Zitarrosa en Australia: una curiosa escena de traducción

Zitarrosa en Australia: una curiosa escena de traducción

De adolescente, la música que se escuchaba en mi casa venía de la colección familiar de CDs. Entre ellos, estaba un concierto en vivo de Alfredo Zitarrosa (Australia, 1981), en el que el cantor uruguayo interactuaba divertidamente con una joven voz que oficiaba como traductora. Para ser más exactos: una intérprete consecutiva español-inglés.

Crecí escuchando aquella presentación en inglés de la intérprete, el saludo de Zitarrosa en su español solemne y sus simpáticas palabras en inglés rústico que arrancaban las risas del público: "I am uh a South American singing (risas) / And we arrivid - ¿cómo se diría eso? (más risas)".

Minutos después, Zitarrosa hace una introducción a la canción Mariposa Negra: "Voy a cantar una canción simbolista, una canción medio rara, que me gusta". La intérprete continúa con su trabajo, pero a medida que el cantor avanza, la descripción se vuelve algo jocosa. Sucede que el público ríe y la intérprete se suma a las risas espontáneamente desde su micrófono, trastabillando antes de retomar el hilo de la interpretación. Es en ese momento que se desconcentra fatalmente:

Zitarrosa: Era una bella mariposa negra.

Intérprete: It was a very beautiful black butterfly.

Zitarrosa: Mi mujer quiso espantarla con un trapo (risas del público).

Intérprete: My… [risas] My wife wanted to chase her away with a rag.

Zitarrosa: Ella… supo eludir esa persecución.

Intérprete: She learnt to… [ríe nerviosamente]. Oh wow… my vocabulary escapes me.

El ambiente amigable y familiar parece tenderle una trampa a la intérprete, que se queda en blanco. Alguien del público "le sopla" la respuesta correcta (avoid) para finalizar la frase. Aunque la situación sería incómoda para cualquier traductora, el clima parece ser de disfrute general.

Efectivamente, a la hora de desarrollar una interpretación, la concentración es fundamental. En nuestra experiencia, hay como una "zona" en la que ingresa el intérprete, donde la interpretación fluye casi automáticamente, sin mucho esfuerzo. Pero se necesita mucha concentración para no salir de ella. En caso de "salirse de la zona", el profesional enfrenta el riesgo de perder el hilo, y luego la dificultad de "volver a entrar".

Como nos aporta la definición del diccionario: (To be) in the zone: in a mental state that enables one to perform to the best of one's ability

Un contrapunto muy particular

La anécdota australiana continúa. Y lo que sigue es una rareza de la traducción, quizás el motivo que nos hace compartir esta historia: la traducción deja su lugar habitual de invisibilidad para pasar a primer plano y modificar el curso de los acontecimientos.

Sucede que Zitarrosa, con cierta malicia burlona, pone el dedo en la llaga y provoca a la intérprete, al ahondar en detalles sobre la mariposa negra, con la intención de dificultarle el trabajo:

Zitarrosa: Y entonces… [pausa abrupta esperando la traducción].

Intérprete: [risas] And then…

Zitarrosa: Se detuvo en un revestimiento de piedra muy cerca del techo.

Intérprete: Oh wow… [risas]. It stopped… It stopped very near the ceiling [más risas].

La gente festeja la "abreviación" de la intérprete ante la provocación del cantor, semánticamente incompleta, aunque necesaria para dar continuidad al recital. Y vendrían más obstáculos para ella.

Recomienza la música, que luego da paso a las palabras y a nuevas traducciones. La intervención de Alfredo se pone seria, ya no hay risas. Hasta que dice: "Así toca el paisano nuestro" y comienza a tocar su guitarra. Pero al notar que la intérprete no ha querido traducir encima de la música, para de tocar y vuelve a decir la frase, esperando la traducción. La intérprete, sorprendida, titubea, ríe nerviosamente y acaba por traducir la frase. Zitarrosa toca la canción "De la lucha" y, al finalizarla, hace un comentario final:

Zitarrosa: De eso se trata.

Intérprete: That's what it's all about [risas].

Esta vez es el cantor quien se ve sorprendido por la rapidez de la intérprete, cuya intervención no esperaba. A esta altura hay una especie de contrapunto, no entre dos payadores, sino entre un cantor y una traductora. Zitarrosa recoge el guante y se toma su tiempo para elegir una frase criolla, la más difícil de traducir. Es el golpe de gracia:

Zitarrosa: También se trata a veces de desensillar hasta que aclare.

El público emite un sonoro "ohh" ante el embate del cantor. Sin embargo, contra todos los pronósticos, lo que se escucha es la voz tranquila de la intérprete, que resuelve la situación con elegancia:

Intérprete: It is also about taking the saddle off until the sun rises.

Así, el contrapunto se resuelve con un aplauso cerrado que, curiosamente, en lugar de dedicarse a los artistas que están sobre el escenario, reconocen la pericia y la personalidad de la intérprete consecutiva del recital.

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