“No podemos seguir siendo ingenuos y creer que porque hay destacamentos militares en los puntos más típicos, la gente ya no está pudiendo entrar”
“Todas las personas tienen derecho a salir de sus países, sobre todo cuando hay situaciones que lo justifican”, con esta frase el capellán del Servicio Jesuita a Migrantes, Cristián del Campo, se refirió al derecho de las personas a migrar, interna y externamente. Sus dichos fueron expresados en una entrevista en el programa País ADN, en donde también tuvo la posibilidad de referirse a otras situaciones vinculadas a la migración, como la actual seguridad del país.
Tras ser consultado sobre las recientes modificaciones legislativas que permiten un mayor control hacia personas migrantes y que establecen como delito el ingreso irregular al territorio nacional, Del Campo señaló que “cuando uno legisla en caliente, muchas veces va a producir leyes que no son las mejores”, haciendo referencia a que las aprobaciones que se están produciendo bajo un clima tenso, no contribuyen a mejorar el problema.
“En Chile, el ingreso irregular era delito y la nueva Ley de Migraciones que solo lleva un año, ya no lo catalogaba como delito, sino como una infracción, una falta administrativa. Ahora volvemos como si no hubiésemos tenido ningún problema hasta el 2021, como si todo hubiese comenzado en 2022, cuando eso es absolutamente falso”, comentó.
Con todo lo anterior, según el Capellán, cuidar la seguridad del país y de las personas, se dificulta, si no se agilizan los procesos de regularización. “Si nosotros queremos más seguridad de largo aliento, lo que tenemos que hacer es integrar. Eso no significa que tengamos que tener fronteras abiertas, sino que tenemos que ponernos de acuerdo con nuestros países vecinos”, mencionó.
Estas dificultades se presentan principalmente porque la actual Ley de Migraciones impide el proceso de regularización para personas que hayan ingresado irregularmente al país, salvo algunas excepciones. “Nosotros queremos que la gente venga regular, pero nuestros Consulados no dan las visas. En Caracas o en Puerto Príncipe, mucha gente quiere regularizarse pero en el Servicio Nacional de Migraciones y el registro civil, hay un tapón gigante, no tienen capacidad y es una situación producto de la responsabilidad del Estado de Chile”, agregó.
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Por lo anterior, seguimos teniendo un número importante de gente que está en situación de informalidad. Se trata de personas que tiene mas probabilidades de convertirse en víctima de inescrupulosos que busquen aprovecharse de ellos, por más por mas seguridad militar que se ponga en la frontera. “Eso (militarización) lo que hace, es que incentiva el tráfico de migrantes. Nosotros no podemos seguir siendo ingenuos y creer que porque hay destacamentos militares en los puntos más típicos, (Colchane, Chacalluta, etc.) significa que la gente ya no está pudiendo entrar”, agregó, complementando que hoy las personas siguen buscando puntos aún más peligrosos para poder ingresar al país.
Respondiendo sobre la gran cantidad de personas migrantes que se encuentran en Chile y que buscan ingresar al país por pasos irregulares, el Capellán explicó que “Chile es el cuarto país que recibe venezolanos. Nosotros creemos que todos los venezolanos vienen a Chile, pero nosotros recibimos menos de un tercio de lo que recibe Perú y menos de un quinto de lo recibe Colombia”, explicó.
Todas las situaciones mencionadas por Cristián del Campo en conversaciones con Radio ADN, se producen, según su visión, por la falta de Estado en las zonas de mayor necesidad. “Cuando el Estado aparece, las situaciones se pueden mejorar, se pueden regularizar y se puede tender a mayor seguridad. Cuando el Estado deliberadamente desaparece, como ocurre en los grandes campamentos de Alto Hospicio o las tomas, obviamente que los delincuentes se van a tomar esos lugares. Cuando el Estado desaparece, esto se transforma en un círculo vicioso”, puntualizó.