¿Por qué es importante meditar?
Nuestro día a día a menudo resulta estresante. Sumamos a cada minuto una multiplicidad abrumadora de sensaciones, percepciones y estados de ánimo sobre todo lo que vemos, oímos y sentimos que quedan registrados inconscientemente y condicionan nuestra conducta. El ritmo frenético de un estilo de vida moderno no nos permite tomar plena consciencia de nosotros mismos y actuamos con piloto automático, reproducimos nuestras pautas diarias: lavarnos los dientes, subir al coche y realizar el mismo recorrido diario....y todo ello en un continuo (y, en ocasiones agotador, diálogo interior en tu cabeza), tachando tareas de tu lista mental, añadiendo otras nuevas (que en muchas ocasiones resultan fútiles), juzgando y analizando los detalles del reflejo de tu rostro en el espejo mientras te cepillas los dientes...y evocando probablemente una cantidad de preocupaciones y pensamientos discursivos que no sirven para absolutamente nada, es más, nos reportan más problemas que beneficios a corto y a largo plazo.
La meditación es una herramienta ancestral que se nos presenta como agua de mayo a Occidente en un tiempo de sobrestimulación y velocidad en todos los sentidos. Todas las emociones negativas (inquietud, tristeza, cólera, culpa...) son originadas por los pensamientos y ¡se sabe que tenemos 60 pensamientos por segundo! Así pues, aprender a meditar no es parar el pensamiento, tarea imposible, sino tomar consciencia, "desdoblarte" de esa voz parlante y observarla. No es una moda de new age, se trata de una bendición que nos llega ahora con mucha fuerza gracias a la influencia budista en Occidente.
Las bondades de la meditación son abundantes, benefician por ejemplo en:
-Sensación de autocontrol, dirección y propósito en uno mismo
-Disminución de las emociones negativas (miedos, rabia, culpa, inquietud....)
-Claridad mental
-Manejo emocional excelente
-Potenciación de tus virtudes y cualidades
-Relajación
-Creatividad
-Comprensión y compasión por uno mismo y por los demás
Normalmente, cada uno nos duchamos a diario, nos cepillamos los dientes, comemos...etc, pues meditar es una práctica de cuidado interior, de desarrollo de fortalezas mentales y es crucial incluirla en nuestra rutina diaria.
Hay diversas formas de meditación, puesto que es volver la mirada hacia dentro, en lugar de hacia fuera (dispersión, obstrucción, soledad), y esto se puede conseguir por miles de maneras. Para finalizar, comparto aquí una de éstas, simplemente para quien le apetezca probar un método sencillo de concentración:
Sentados en una silla o en un cojín en posición de piernas cruzadas (loto), cerramos los ojos o los mantenemos semiabiertos, hombros relajados y espalda recta. Seguimos la entrada y salida de aire por nuestra nariz durante unos segundos, relajadamente.
Permanecemos atentos, aunque no esperando, y en cuanto aparezca un pensamiento, no nos dejamos revolcar por él ni lo seguimos: simplemente nos ceñimos a las instrucciones, si se trata de un pensamiento sobre tu pasado (sea de ayer o de 5 años atrás) nos decimos "pasado" y lo dejamos pasar, si aparece un pensamiento en referencia al futuro, decimos interiormente "futuro" y si viene un pensamiento sobre un suceso presente pensamos "presente". Así practicamos con cada pensamiento que acuda (¡y serán muchos!) durante 5 minutos, aumentando más adelante este tiempo a medida que nos familiaricemos y podamos rendir más.
Es importante que si nos distraemos, no nos amonestemos, lo cual generaría culpa y frustración (más emociones negativas, y nos interesa cultivar la calma mental), al contrario, nos alegramos por habernos dado cuenta (esto significa que ha aparecido la atención para regresamos a la práctica).
Muchas gracias por leerme y feliz meditación :)
En otro post compartiré los recientes descubrimientos acerca de los cambios fisiológicos que se producen en el cerebro del meditador, pues estos ocurren tanto a nivel principiante como experto.