¿Por qué las evaluaciones de desempeño cierran el ciclo del éxito?
Las evaluaciones de desempeño anual son una herramienta clave para cerrar el año laboral con claridad y propósito. Más allá de ser un simple trámite, este proceso permite que tanto líderes como colaboradores reflexionen sobre lo alcanzado y alineen sus esfuerzos hacia nuevos objetivos. En Ikigai HR Institute, creemos que las evaluaciones deben centrarse en el rendimiento, pero sobre todo en el crecimiento personal, alineando metas profesionales con el propósito de cada persona: su ikigai. Aquí analizaremos cómo este proceso cierra el ciclo del éxito, potenciando la motivación y preparando el camino para un año más efectivo.
Para iniciar, es importante entender que las evaluaciones de desempeño son una práctica que permite medir el rendimiento individual y colectivo en función de objetivos establecidos. Sin embargo, su valor va más allá de la medición. Son una oportunidad para:
- Identificar áreas de mejora: Reconocer tanto fortalezas como oportunidades de desarrollo.
- Alinear expectativas: Ajustar metas y roles con la visión estratégica de la organización.
- Fortalecer la comunicación: Abrir un espacio para la retroalimentación honesta y constructiva.
- Motivar al colaborador: Reforzar el compromiso y la conexión emocional con la empresa y su propósito.
Ahora bien, el ciclo del éxito es la evaluación como cierre y nuevo comienzo, por ello es vital entender que al finalizar un ciclo de trabajo, la evaluación permite revisar qué se logró, qué quedó pendiente y cómo mejorar en el futuro. Esta dinámica cierra el ciclo de un año laboral, pero también abre la puerta a un nuevo comienzo más sólido y consciente.
Fases del ciclo de éxito:
Pese a que todo puede estar planificado, siempre pueden existir algunos errores comunes que podemos evitar fácilmente si prestamos atención a las alertas. Uno de los principales es la falta de claridad en los criterios de evaluación, por eso resulta vital asegurarse de que tanto los indicadores sean objetivos y que puedan ser comprensibles tanto para los evaluadores como para los evaluados.
También solemos encontrar evaluaciones sesgadas cuando no se usan las herramientas adecuadas y poco confiables, para ello se pueden emplear las evaluaciones de 360°.
Una de las cosas que más suele molestar a los colaboradores es la retroalimentación enfocada solo en lo negativo, razón por la que resulta muy importante reforzar logros y éxitos también es fundamental para motivar al colaborador.
Por último, pero más común de lo que imaginamos: la procrastinación, aquel enemigo silencioso que no nos deja realizar adecuadamente el seguimiento pues el desempeño no puede medirse solo una vez al año; es esencial dar feedback constante. Aunque sí en este año no lo realizaron en tu organización, nunca es tarde para comenzar.
Para mejorar las prácticas en las evaluaciones y que estas realmente sean exitosas, es necesario tener en cuenta:
- Establecer objetivos SMART: específicos, medibles, alcanzables, relevantes y en un tiempo definido.
- Usar herramientas digitales: en la era digital facilitan la recolección de datos y la retroalimentación en tiempo real.
- Integrar la evaluación con el propósito personal: Una de las principales premisas de Ikigai HR Institute porque ayuda a que los colaboradores encuentren su ikigai dentro de sus tareas cotidianas.
- Realizar evaluaciones continuas: Siempre lo hemos dicho: lo que se mide se puede mejorar por eso es mejor no esperar al cierre del año para conversar sobre el rendimiento.
Todo esto no tiene sentido si las evaluaciones de desempeño y el ikigai no se alinean porque representa encaminar el rendimiento y propósito que termine en una evaluación verdaderamente transformadora. Es importante que no solo mida logros cuantitativos, sino que también explore el grado de satisfacción personal. ¿El colaborador siente que lo que hace tiene sentido? Esta pregunta conecta el desempeño con el propósito, fomentando la motivación intrínseca.
En Ikigai HR Institute, orientamos nuestros programas de liderazgo y coaching para ayudar a los colaboradores a encontrar su propósito y alcanzar un equilibrio entre desempeño y bienestar.
Estamos a dos meses y medio del cierre del año y la pregunta es: ¿Qué sigue después de la evaluación?, pues bien, una vez completada la evaluación, el siguiente paso es diseñar un plan de desarrollo individual para cada colaborador en el que se debe incluir: objetivos de crecimiento personal y profesional, formación continua mediante cursos o talleres alineados con sus intereses, revisiones periódicas para evaluar avances y sobre todo, reconocimiento del esfuerzo mediante incentivos personalizados al finalizar el año.
Para finalizar, hay que aclarar que el éxito es un ciclo, no un punto final porque las evaluaciones de desempeño permiten a las empresas y colaboradores reflexionar sobre sus avances y visualizar nuevos retos. No se trata de encontrar fallos, sino de identificar oportunidades y cerrar el ciclo con aprendizajes. Con un enfoque claro en el propósito personal y profesional, este proceso se convierte en un motor de crecimiento y motivación.
En Ikigai HR Institute, acompañamos a las organizaciones en este proceso. ¿Tu empresa está lista para cerrar el ciclo del éxito y comenzar el próximo año con propósito y claridad?