¿Por qué nos complica la igualdad de género y la inclusión?
Mis últimos cuatro años he estado apoyando a organizaciones de distinto tipo en la incorporación de perspectiva de género y conciliación de la vida familiar en sus procesos. Debo reconocer que llegue a esta temática por una muy bonita coincidencia, es como aquellas cosas que no andas buscando y como algo mágico, se pone frente a ti. Desde esa primera aproximación a la teoría de género, a las relaciones hombre/mujer, a la diversidad, no he podido volver atrás. Y, realmente es así. Cuando realmente logras "ver" no mirar, sino "ver" toda la injusticia histórica hacia las mujeres, niñas, niños, personas de la tercera edad, personas con discapacidad, de otra etnia, y todos y todas que por ser diferentes al "orden hegemónico político, cultural, social" por el que se rige nuestra sociedad, han y siguen enfrentándose a la desigualdad, a la falta de oportunidades y vulneración de sus derechos, ya no hay regreso. Nunca más vuelves a “ver” el mundo como lo “mirabas” antes.
Cuando surge entonces la pregunta ¿por qué nos cuesta tanto la igualdad de género”, tiendo a pensar y sentir, que la respuesta sería la misma para las siguientes preguntas ¿Por qué nos cuesta tanto la inclusión de personas con discapacidad?, ¿Por qué nos cuesta tanto, aún, hoy, 2017, la diversidad sexual?, ¿Por qué nos cuesta tanto generar comunidad en igualdad con personas de otros países?.......Mi respuesta a estas preguntas es :"No estamos viendo" nos falta voluntad para ver (Voluntad del latín “voluntas”, derivado de “volo”, “yo quiero”) Deseo consciente que lleva a las personas a realizar determinadas acciones.
Abriéndonos la “voluntad de ver” es casi imposible no sentir ganas de actuar para cambiar las cosas. ¿Quién podría negarse a actuar, a hacer algo por cambiar?; “viendo” las cifras concretas internacionales y nacionales de desigualdad en las oportunidades de empleo, de participación en cargos de responsabilidad y toma de decisiones, en las remuneraciones, en la carga de trabajo doméstica a la que se enfrentan las mujeres, y sobre todo en los altos índices de mujeres y niñas víctimas de violencia de género. "Viendo" que todo esto es real, fue así ayer, esa así ahora, es parte del orden con el que nos hemos y nos seguimos construyendo como sociedad. [revisando la historia].
¿Quién podría negarse a actuar, a hacer algo por cambiar? Viendo la falta de oportunidades laborales, sociales, la discriminación permanente a la que se enfrentan las personas con discapacidad (PcD). Viendo que la gran mayoría, no tienen siquiera oportunidades de moverse normalmente por la ciudad porque ésta no tiene las condiciones de accesibilidad básica. Que todo ha sido diseñado sin considerar sus necesidades, como si no existieran.
Es difícil pensar al "verlo así" que nos cueste tanto; pero cuesta, incomoda, genera resistencias de parte de hombres y mujeres. No obstante quiero insistir y tengo la profunda convicción desde mi propia observadora del mundo, que todo radica en la falta de voluntad de ver al otro/a. Eso creo es lo que debemos trabajar, cada uno en forma personal y las organizaciones de manera colectiva. Ese es el punto de partida para que la “igualdad de género”, "la diversidad" y "la inclusión", deje de complicarnos.