¿Por qué nos ofendemos?
Muchas veces creemos que el ser sincero, y decirle a alguien directamente lo que pensamos sobre A, B o C, sin medir qué puede sentir la persona, nos hace correctos. Sin embargo, si lo piensas, no nos hace más que faltos de respeto ya que "juzgamos" al resto en razón de "nuestra realidad", y sí, nuestra realidad, ya que cada ser tiene la propia, y entendimiento de las cosas dependerá de su experiencia de vida. Y si, existen términos comunes y/o socialmente establecidos, debemos entender que cada uno es un mundo que se mueve a su propio ritmo.
¿Entonces por qué nos ofendemos? ¿Qué sucedería si te comentara que la ofensa y la expectativa están directamente ligadas? Piénsalo ¿Qué nos hace sentir ofendidos por otra persona desde "su actitud"?
Desde dónde lo veo, cuando generamos expectativas sobre el actuar de esa persona, en razón de lo que nosotros hacemos (porque queremos) por ésta, y no nos responde según esperamos (expectativa), nos sentimos ofendidos... ¿Cómo es posible que me responda así, si yo he sido tal con él/ella? Sin embargo, ¿En qué momentos conversamos del tema con la persona, o más allá, desde cuándo pensamos por ésta, o le indicamos cuál debe ser su proceder?
La mayor parte de tiempo, cuando nos sentimos ofendidos, la causa tiene que ver con la expectativa que nosotros nos hemos hecho sobre el actuar de una persona, que como tal, es un individuo con sus propias reacciones, y no está obligada de forma alguna, en actuar como uno quiera, o pensó que sería. Queda afuera de esto, cuando existe una conversación y comunicación clara, en dónde se han tomado acuerdos, y estos se rompen; o también, cuando por motivos de una pelea o desacuerdo se dicen cosas ofensivas, que muchas veces rallan, y van con la intención de maltratar.
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Entonces, seamos más consecuentes con lo que queramos; comuniquemos de forma clara y efectiva, qué se espera (en cualquier ámbito); entendamos que no todos somos iguales, y que eso no nos hace ni más, ni menos, simplemente únicos; y, finalmente, que todos nosotros tenemos algo que aportar al resto, y tenemos que estar prestos a que entregar, y recibir, a nuestro ritmo, y a nuestra forma.
Saludos,
Gerardo.