PRÓLOGO
He tratado, con estos poemas que ahora presento, mostrar los rincones más oscuros de mi alma, bucear en los recuerdos más traumáticos, experimentar de nuevo la lacerante soledad, sin miramientos. Vomitando los versos, he buscado una catarsis que, ante mis propios ojos, pude obrar. Asustado por momentos, al verme disociado de mi propia realidad, fue de ese otro yo de donde surgieron estas letras. Letras como gritos, gritos como puños, puños como espadas que, a golpe de tajo, fueron abriéndose camino hacia el interior de mi alma.
Consciente de las fuerzas alienantes que siempre han conducido mi existencia, rabioso ante su poder, esperanzado por momentos con la idea de someterlas, he viajado a lo más remoto, a lo más recóndito, donde mora el dolor y desde donde, este, ejerce su tiranía, para encontrarme con una inocencia perdida que no sabía que existía.
Asustado he contemplado los efectos de la corrupción y del paso del tiempo sobre aquellos primeros ideales, asombrándome de, hasta qué punto, puede el hombre destruirse a sí mismo.
He coqueteado con la locura dejándome llevar unas veces por su mirada y, otras, confrontándola con la razón he buscado protegerme de su poder arrollador.
Una y otra vez he retornado a la idea de muerte, entendida esta no solo como el final de la vida, sino como un intento por mostrar el concepto de individualidad humana, indivisible de una cosmovisión personal y única que, inevitablemente, desaparece cada vez que nos llega la muerte y, la tragedia subjetiva que esto supone. Pérdida descomunal, intransigente, definitiva y brutal.
Para ello he optado por regocijarme en los aspectos más sórdidos de la condición humana, con el fin de transmitir al lector el sentimiento de desolación que me albergaba.
En ocasiones el lector podrá adivinar retazos de nostalgia de un pasado lleno de esperanzas, en otro contemplará la decepción y la culpa al vislumbrar las ruinas de aquellas. Y, entre medio, la amargura siempre latente del que se sabe vivo en un mundo que se ríe de uno mismo.
Tan solo espero que exista ese otro que recoja, aunque sea por un breve instante, el eco de estos versos.
Fdo. El autor.
Quirófano en IMED Hospitales
3 añosMi más sincera enhorabuena!!! Un poemario espectacular... Me a encantado leerlo y me he quedado con ganas de más. Un abrazo fuerte 🤗.