Profesionalización de la gestión forestal

Iniciamos nuevo apartado, el oficio de la gestión forestal, con el objetivo de proponer una caracterización de esta profesión a través de varios artículos que se irán compartiendo en las próximas semanas:

• Funciones y responsabilidades del/la gestor/a forestal: ¿Qué es y qué hace?
•  Conocimientos y competencias básicas
• Tipos y áreas de especialización
• Valores y código deontológico
•  Estructuras y organizaciones de gestión forestal

Los próximos artículos estarán por tanto relacionados con la profesionalización de la actividad, con la necesidad de dar formato a un oficio poco potenciado y no estructurado en España.  Se necesitan referencias comunes para el ejercicio individual de esta profesión y para organizar lo mejor posible el trabajo y la formación del personal en el seno de organizaciones que tienen responsabilidades de gestión forestal.

La profesionalización de la gestión forestal implica especialización, diferenciación y reconocimiento. Muchos/as profesionales, generalmente ingenieros/s forestales o de montes, ejercen actividades de gestión forestal pero que pesar de todo no son gestores forestales profesionales. Para ejercer de forma profesionalizada como gestor/a forestal convendría:

• Estar mayoritariamente dedicado/a a esta actividad. Es decir, está especializado/a, no es multitarea (algo habitual en consultoría), esta focalizado/a en la gestión de montes de los que es responsable y tiene suficiente volumen de trabajo para dedicarse mayoritariamente a la gestión forestal.
• Trabajar con una misión, objetivos e indicadores claros y evaluar resultados monte a monte conforme a una estrategia establecida.
• Disponer de los medios materiales y digitales adaptados y en perfecto estado.
• Tener perfectamente definidas sus funciones y responsabilidades.
• Regirse por un código de valores y un código deontológico definido y transparente, con principios que limiten o regulen los conflictos de intereses.
•  Estar perfectamente formado/a, actualizando sus conocimientos con un mínimo de horas anuales de formación continua.
•  Experimentar, intercambiar con otros/as profesionales, compartir aprendizajes y resultados, estar al día de las novedades, del mercado y de los últimos avances y publicaciones científicas y normativas que puedan afectarle.  
•  Contar con las competencias y habilidades prácticas necesarias para ejercer perfectamente su tarea, con un mínimo de “horas de vuelo” de ejercicio práctico.
•  Conocer perfectamente los montes que gestiona y estar presente en el terreno con frecuencia.
• Asumir únicamente la gestión de los montes que puede abarcar. Tener bajo su custidia más montes de los que puede gestionar le llevará a abandonar algunos montes o a hacer una gestión ineficiente. El caso de tener muchos más montes de los que se puede abarcar lamentablemente es muy común, especialmente en el caso de gestores públicos, que no cuentan con el personal suficiente para cumplir sus obligaciones de gestión de montes que legalmente tienen atribuidos.

Definir el oficio puede ayudar también a su fomento. En España existe un déficit de gestión forestal profesionalizada porque no está definida la profesión como tal. Esto es un problema, por ejemplo, si se quieren desarrollar políticas públicas para ampliar superficie gestionada, porque no se trata de hacer actuaciones e invertir por invertir, si no que lo que importa es que haya alguien al mando de los montes con las competencias y la visión necesaria para que las actuaciones tengan sentido y vayan en la buena dirección.

Se da la circunstancia, por ejemplo, de que muchos montes los gestionan empresas de trabajos forestales (o empresas asociadas) cuyo modelo de negocio funciona haciendo cuanta más obra mejor, por lo que si se encargan de la gestión monte dirigirán muy probablemente las actuaciones a todo aquello que aumente la inversión en trabajos que puedan ejecutar, aunque no sea lo óptimo. Es decir, conviene gestionar sí, pero gestionar bien. ¿Pero qué es una buena gestión forestal? Esperamos responder a esta pregunta en los siguientes artículos.