Propósito de verdad
Esta pequeña historia real ilustra desentrañar el propósito.
Me suele gustar y encantar las primeras etapas cuando la definición del propósito es central para abordar el desarrollo de marca (branding). En una oportunidad solicité a los socios de una empresa emergente indicarme ¿Quién de los tres era el motor del negocio?, el impulsor central. Definida la persona solicité entonces una entrevista y luego de varios días logré ese momento y en el tránsito de la conversación le pregunto ¿Cuál era su motivo para este negocio? Obviamente comienzan a aparecer varias motivaciones, todas muy funcionales y pertinentes. Sin embargo, aún lo lograba encontrar algo que me diera y provocara una roca fuerte para parar el edificio. Seguí con mis consultas hasta que finalmente lo dijo, emergió "Este proyecto es una nueva oportunidad. Tuve algo muy similar antes y fracasé. Estoy tan convencido que tengo una propuesta fuerte, que hago un gran producto que esto para mi es una nueva oportunidad para levantarme". Mi cabeza dijo "eureka", ahí está la roca, se trata de levantarse, de retar al pasado, de una segunda oportunidad.
Cuando buscamos el propósito a veces nos podemos perder, extraviar, caer en lugares comunes, obvio. Pese a eso el desafío considera insistir, intuir, integrar. De ahí que, en una entrevista, una caminata, en el café de pausa, es ahí tal vez en que se abren los cofres personales y se aparece esa roca que dará sentido a todo el proyecto porque es esa verdad profunda, sentida. Vayan a la fuente, desde donde todo se inicia porque en ella se manifiesta la naturaleza humana creativa y exploradora presente en toda empresa.
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