A propósito del propósito / 2

En el primer artículo (a propósito del propósito) comenté el PORQUE tener un propósito, y como soy un fanático creyente que el pensamiento sin acción es más bien vacuo, comenté que habría un segundo artículo sobre como articular un propósito (y hago constar que me he aplicado esta medicina)

Antes de ir al grano, conviene que centremos un poco el tema, incorporando algunas reflexiones previas:

Tener un buen propósito – meditado, aplicado … - es una clave fundamental  para encontrar la  feliz, si esto se acompaña con agradecer lo que tenemos – y preocuparnos menos en lo que nos falta - , compartir y cuidar a los nuestros  – en el sentido amplio, incluyo a los amigos - , sentarnos a pensar y relajarnos de vez en cuando , y no tomarnos  las cosas “a la tremenda”  entonces estaremos más cerca de la felicidad en más momentos de nuestra vida.

Y todo debe partir de no engañarnos, y para eso, es bueno recordar las palabras de Richard Feynmann, que lo refería a cómo entender la realidad que nos rodea

El primer principio es que no debes engañarte a ti mismo …. Y eres la persona más fácil de engañar

Y que, dado que todo fluye, no pasa nada si cambiamos de propósito, como consecuencia de un proceso meditado, siempre y cuando encontremos un conjunto de buenas razones para ello, y una de ellas puede ser no ser capaz de alcanzarlo – basta con reducirlo manteniéndolo como un reto asumible – siempre que, tal como escribió Walt Whitman

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.

Vamos al grano, algunas propuestas concretar sobre cómo construir el propósito,

Lo fundamental, esto no se hace en 3 minutos, por tanto, el primer paso es pararse a pensar un rato largo – y eso, en estos tiempos de “ruido informacional permanente” no es cosa fácil.

Lo segundo es que si decidimos  (por acción o por omisión) no cuidarnos ( en la parte física), debemos olvidarnos  de plantear  propósitos,  porque si no encuentras reposo dentro de ti, es inútil buscarlo fuera

Y empecemos por pensar donde (creemos que) estamos, no confundamos  actividad (o activísimo cuando se suman muchas actividades) con propósito. Es posible que, aunque hagamos muchas cosas, estemos , como Alicia,  en el reino de la Reina Roja donde

«Para quedarte donde estás tienes que correr lo más rápido que puedas. Si quieres ir a otro sitio, deberás correr, por lo menos, dos veces más rápido» (de “A través del Espejo”  Lewis Carroll)

Este “saber donde estamos ” es de un inventario con dos líneas

• Buscar el motivo de porque hacemos lo que hacemos – es decir a qué dedicas tu tiempo y la energía - , y cabe en una de las siguientes categorías :  porque te gusta, porque te motiva, porque ayuda al mundo… o porque te pagan por ello, si lo hacemos “porque sí” o “para pasar el tiempo” …malo  (en resumen, la técnica IKIGAI, pero explicada en dos líneas …)
• Fijarnos  si es que no hacemos ( y crees que deberíamos  hacer) , porque no queremos o porque no podemos  (razonadamente, no con justificaciones infantiles – “… cuanto tenga tiempo lo haré” pero no buscarlo –

Sistematizar este ejercicio en 4 ámbitos: personal (físico, intelectual, espiritual) , familiar, social, profesional/económico. No hace falta tener grandes propósitos en todos, pero no está de más meditarlo (las respuestas “quedarme como estoy” son válidas, máxime si pensamos que vivimos en el reino de la Reina Roja)

Ahora toca pensar , sabemos lo que hacemos, porque lo hacemos, lo que no hacemos, porque no lo hacemos. Toca seleccionar aquello de la lista teniendo en cuenta que deben ser “cosas por las que valga la pena vivir “ (Ikigai)  … recordando como dijo Seneca

• No se ha de medir la vida por su duración, sino por sus actos 

E incluso, cuando no podamos -porque nos venza la enfermedad – que nuestro sufrimiento siga teniendo sentido.

Si ha funcionado, tienes una lista de 4-6 temas por los que merece la pena vivir. (llámase “cuidar de mi familia” o  “desarrollar mis habilidades de comunicación”)

Algunas consideraciones adicionales

Si bien un propósito no es un objetivo, un propósito si que puede tenerlo uno o varios.

Como todo objetivo puede implicar cambios, contratémonos  en lo que podemos cambiar porque está en nuestro círculo de influencia  (en japonés Ohikata ga nai), i si queremos ir más allá, deberemos ampliar el circulo.

Una vez definido, pasemos  a la acción

Y sobre todo, no olvides que si sabes el porqué, seguro que encontrarás el cómo

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