¿Puede despegar la robótica industrial en la minería?

También la pregunta podría ser por qué no ha despegado la robótica industrial en la minería. Primero debemos definir qué es robótica industrial, para que estemos hablando de lo mismo. Según la definición ISO, un robot industrial es un sistema robótico usado para la manufactura. Para que sea robot, tiene que tener al menos 3 grados de libertad para moverse dentro de su ambiente, ser reprogramable, autónomo y multi propósito. Las aspiradoras robóticas no entran en la definición de robot industrial porque no son multi propósito.

Teniendo claro que no todo a lo que se le llama robot es un robot industrial, podemos decir que el uso real en la minería chilena de la robótica industrial es muy limitado. En mi conocimiento, hay menos de 30 robots industriales instalados en faenas mineras y menos de la mitad están en funcionamiento. ¿Por qué?

La primera razón que salta a la vista, es que los fabricantes de robots industriales no están interesados en la industria minera, y con justa razón. Su negocio es vender robots y a grandes cantidades, no unos pocos. Las aplicaciones mineras en robótica industrial a nivel global no alcanzan potencialmente el número de robots que se pueden vender en una sola fábrica de automóviles, triste pero cierto. Simplemente no es interesante para estas marcas invertir en desarrollar un mercado caro, difícil y de lento retorno, para tan pocas unidades.

Entonces la tarea queda en manos de los integradores de tecnología robótica. En Chile hay varias empresas integradoras, incluso hay una dedicada a la industria minera, pero la mayoría no tienen experiencia en minería, ni las capacidades financieras que requiere esta industria. A nivel global hay varios integradores que han desarrollado aplicaciones muy innovadoras de robótica industrial para minería, pero con poca o nada de presencia local, lo que termina por dificultar la implementación de esta tecnología.

Otro punto ha sido la mantención de los sistemas robóticos en la minería. Cuando se implementa y queda funcionando y le pagan la última factura al integrador, parece que se acaba la relación. Esto es simplemente lamentable, ya que se están haciendo desarrollos e implementando tecnologías nunca antes probadas en la industria minera y lo más probable es que haya que hacer ajustes con el tiempo, para que sigan prestando las mismas funciones que en un inicio.

Ahora bien, qué hay de la demanda por esta tecnología. Si bien hay declaraciones de lo importante que es automatizar dentro de las faenas para sacar a los trabajadores de zonas de riesgo o de tareas riesgosas, cuando un proveedor muestra las capacidades tecnológicas de un sistema robótico, de inmediato viene la pregunta ¿dónde está instalado? Nadie quiere correr el riesgo de que no funcione, dado que hay varias experiencias deficientes de implementaciones de este tipo de tecnologías.

Entonces, cómo se puede lograr que la robótica industrial despegue. Veo 3 puntos importantes, la disponibilidad de la industria minera a implementar nuevas tecnologías que no hayan sido implementadas en otras faenas mineras; el real compromiso a mediano plazo de las empresas integradoras de que las soluciones funcionen y sigan funcionando; y desarrollar menos e integrar más.