¿Qué buscamos los seres Humanos?
(Esto que ahora se convierte en un artículo, alguna vez, fue una carta a un amigo que atravesaba una adicción, Espero te sume a tu vida o alguien que conozcas).
Querido amigo!
Hay dos cosas que he observado que le importan al ser humano independientemente de la
edad cronológica que tenga, estas son: ser reconocido y amar y ser amado.
Para vivir esas dos sensaciones, estamos dispuestos a hacer sacrificios en algunos casos,
a atravesar imposibles, a desafiar lo establecido o a conservar lo que tengo/lo que logré.
Hasta acá, no habría problema con mis haceres y mis sentires porque yo hago para eso y
entonces estoy dispuesto a atravesar lo antedicho. Y…a veces no me doy cuenta de lo que
hago por querer darme cuenta. Primero porque quizás aún no reconozco que lo que hago lo
hago para recibir amor o ser reconocido (que es otra forma de amor no sexual), segundo
porque para atravesarlo es posible que sufra. Y atravesaré ese supuesto sufrir para sentir
que en algún momento tendré algunas de esas dos cosas en mí vida, amor o
reconocimiento.
Enfrentarme a darme cuenta cuáles son los mecanismos que utilizo para perseguir esos
objetivos, pone de manifiesto muchas veces lo nefasto de nuestra vida. Los lados oscuros,
lo que no le contamos a nadie. Porque nos da vergüenza que alguien nos vea en esa
vulnerabilidad, mendigando amor/reconocimiento. Entonces tergiversamos nuestros
haceres o simplemente huimos de los lugares aún permaneciendo. Cómo se puede huir de
un lugar permaneciendo? A través de alguna adicción, cualquiera sea, por ejemplo.
Sobretodo si altera mí percepción del mundo presente. Pero también hay otras adicciones
como ocuparme obsesivamente de “ordenar la casa” y entonces limpio, limpio, guardo,
ordeno…para agotarme para mientras tanto no estar…y después sostener que estoy
cansado, y vuelvo a no estar. O por ejemplo drogarme. Entonces no reflexiono sobre la vida
que llevo y lo que quiero y lo que hago para ser reconocido y amado, y entonces huyo.
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Hasta cuándo? Hasta la próxima vez que la angustia venga a perseguirme o quizás
anticiparme y evitar siquiera que aparezca. Adelantandome a la angustia, vuelvo a una
dosis no de placer, sino de silencio. No quiero volver a escucharme angustiado y entonces
huyo.
Cuando busco el reconocimiento y el amor, no teniendo claro quién soy y qué quiero, los
mecanismos son de búsqueda permanente y por ende de consecutivas y consecuentes
momentos de insatisfacción. La insatisfacción se vuelve permanente y necesito acelerar el
flujo de huida que haya aprendido. Por ejemplo limpiar la casa más seguido, o tomar más
vino, o fumar más, o ir más veces al gimnasio, o la que te sea cuenta que haces con ese fin.
Si bien algunas acciones son más destructivas que otras, todas terminan afectando al ser
que aún no definiste que querés ser.
Cómo salir de ese circuito?
Reconocer el mecanismo de huida, trabajar mí vergüenza, trabajar mí identidad, recuperar
la visión de futuro, construir confianza en mí, empezar a dar amor.
Salir de los espacios disfuncionales no es simple ni fácil, porque nada de lo nuevo es
conocido para mí y es posible que por salir de un espacio disfuncional “caiga” en otro. Por
eso es importante trabajar fuertemente en la identidad. Luego de eso, será menos probable
que “necesites” huir de quién sos. Y aparecerá una nueva palabra en tu vida que será
orgullo. Y a partir de ahí, todo será a partir de elegir los lugares que sean, ahora si,
funcionales a quien estás siendo. Y te irás de los lugares que no sean coherentes con tu
identidad.
Yo, ya estoy orgulloso del amigo que tengo. Y ese abrazo que nos dimos es parte de dar y
recibir amor.