¿QUÉ CULPA TIENEN LAS VIEJAS? PARTE 2
Hablamos en la 1ra parte de este artículo (publicado ayer) que el 95% de nuestros pensamientos, palabras, decisiones y acciones (y por consiguiente, nuestros resultados en la vida), están determinados por las ideas que tenemos arraigadas en nuestro subconsciente.
Un subconsciente del cual sabemos poco o nada, y que muy probablemente contiene una serie de creencias auto limitantes producto de nuestras experiencias de vida, sobre todo aquellas que vivimos en nuestra primera infancia, que son las que usualmente “nos marcan”.
Creencias que nos mantienen entrampados en problemas que parecen no tener solución:
· No me alcanza la plata.
· Estoy harto de este trabajo pero no puedo renunciar.
· No soporto la presión de tener que mantener este nivel de vida.
· ¿Por qué siempre me tocan parejas tan complicadas?
· Tengo dinero pero no soy feliz.
· Quiero bajar de peso pero no tengo fuerza de voluntad.
· Mi matrimonio es un caos.
· ¿Por qué me tenía que tocar esta enfermedad?
· Daría lo que fuera por dormir bien.
· Me siento tan culpable de actuar así, pero no puedo controlarlo.
· A mi esposo solo le importa el trabajo, para él casi no existimos.
· Trabajo como burro y no tengo nada, solo vivo pagando cuentas.
· ¿Por qué siempre me pasa lo mismo?
¿Se identifican con alguna(s) de ellas? Bueno, y esas son solo unas cuantas, la lista es de nunca acabar.
Sea lo que fuere que no les gusta de sus vidas, que representa un freno o bloqueo a su paz, a su prosperidad, a su éxito, a su salud, a su felicidad, lo más probable es que haya detrás una causa desconocida, un conflicto emocional no resuelto, un trauma de la infancia, un complejo, una baja autoestima, un sentimiento escondido de no sentirse capaz ni merecedor… TODO LO CUAL SE CONVIERTE EN UNA CREENCIA SUBCONSCIENTE AUTO LIMITANTE.
Pero estas ideas limitantes no se crean solo a partir de nuestras experiencias. También pueden tener su origen en nuestra educación, en las cosas que hemos escuchado desde pequeños.
Ya sea por parte de nuestros padres (quienes hicieron lo mejor que pudieron con la información que tenían), familiares, maestros, la asquerosamente manipuladora publicidad, la sociedad en general… muchos de nosotros hemos recibido con frecuencia mensajes que nos incentivan a buscar el éxito y la felicidad en el lugar equivocado: afuera, en los resultados, en la competitividad, en los logros, en la apariencia física, en el estatus social, en el dinero, en comprar y comprar, en el placer inmediato. Tener, antes que ser.
Pero más temprano que tarde esa búsqueda de querer más y nunca estar satisfechos nos lleva a “disfrutar” una larga lista de emociones como sensación de escasez, falta de tiempo para la familia, ansiedad, estrés, insatisfacción, enfermedad, incertidumbre. ¿Qué rico, no?
De eso se trata cuando hablamos de (primero) reconocer, y luego empezar a “matar” esas viejas creencias que muy probablemente tenemos, y que tanto nos perjudican sin que nos demos cuenta.
Que empiece la matanza.
Fernando Morán Barton
Coach, Facilitador y Blogger.