¿Qué es Desing Thinking?

¿Qué es Desing Thinking?

Design Thinking, en español, pensamiento de diseño, es una metodología o proceso que permite o facilita la solución de problemas, el diseño y desarrollo de productos y servicios de todo tipo y sectores económicos, utilizando para ello equipos altamente motivados, y la innovación y creatividad como motores o mantras. Y siempre teniendo al ser humano como el centro de atención. Es por ello que muchas veces también se conoce como: human-centered design (diseño centrado en lo humano).

El Design Thinking es una herramienta de gran utilidad enfocada a fomentar la innovación en las organizaciones de una forma eficaz y exitosa. ¿Por qué? Porque gracias a su aplicación, se generan importantes beneficios en el diseño de soluciones, permitiendo a las empresas obtener mejores resultados en su comercialización.

El design thinking es una metodología que llegó para volver a poner a los consumidores y/o usuarios en el centro de la discusión

Breve historia de Design Thinking

Debo decir que el término no es nuevo, ya en 1959 John E. Arnold lo introdujo en el área de ingeniería. En 1973 Robert McKim lo utilizó en su libro Experiences in Visual Thinking, y posteriormente fue llevado a la Universidad de Stanford (USA).

Pero donde el concepto tuvo un impulso, que se mantiene hasta hoy, fue en 1991 cuando fue adoptado por la David M. Kelley, quien fundó la empresa IDEO para trabajar el concepto.

A partir de entonces, el concepto no ha hecho más que crecer y expandirse a todas las áreas de interés de los seres humanos.

Qué es Design Thinking

Design Thinking, en español, pensamiento de diseño, es una metodología o proceso que permite o facilita la solución de problemas, el diseño y desarrollo de productos y servicios de todo tipo y sectores económicos, utilizando para ello equipos altamente motivados, y la innovación y creatividad como motores o mantras. Y siempre teniendo al ser humano como el centro de atención. Es por ello que muchas veces también se conoce como: human-centered design (diseño centrado en lo humano).

El Design Thinking es usado cada vez más por las organizaciones más innovadoras para desarrollar productos y soluciones exitosas gracias al conocimiento sobre los usuarios y a la formación de equipos multidisciplinares que ofrecen diversos puntos de vista durante el diseño de los mismos. Y es que, por definición, esta metodología lleva implícita la necesidad de observar a los usuarios con el objetivo de buscar soluciones que se centren en ellos.

La metodología de Design Thinking: paso a paso

El Pensamiento de diseño o DT -por sus siglas en inglés- no debe ser pensado como un proceso lineal, sino interactivo; en el cual, a medida que se va evolucionando en el desarrollo de un producto o servicio se debe revisar su implementación. Podríamos comparar el inicio de esta metodología con una lluvia de ideas o brainstorming mucho más avanzada y profesional, ya que una buena metodología para diseñar, por ejemplo, productos digitales consistirá en un proceso que se compone de 5 etapas

1- Empatizar: se inicia realizando un entendimiento profundo del desafío y del usuario, a través de herramientas como entrevistas, observaciones, mystery shopper – la técnica utilizada por las empresas para evaluar y medir la calidad en la atención al cliente-, entre otros.

2-Definir: se analiza toda la información recolectada para detectar “insights” (oportunidades de innovación).

3-Idear: a partir de la data relevada se realizan sesiones de ideas -los conocidos “brainstorming“- para elaborar ideas creativas que solucionen el/ los problema/s.

4-Generar prototipos: permite bajar la idea a un formato o aplicación concreto. El objetivo es que de una forma muy simple – a través de un dibujo o un juego de roles en caso de tratarse de un servicio- se pueda tangibilizar la solución propuesta para que no quede en ideas abstractas.

5-Testear: es el momento de poner a prueba la solución con los usuarios. ¿Cómo? a través de entrevistas o focus group donde se probará el prototipo para luego recibir el feedback de los futuros consumidores. A partir de ese intercambio se podrá precisar la propuesta y definir las etapas hasta llegar al mejor escenario.

“El sentido común es el menos común de los sentidos”, sostiene la frase popular . ¿A quién se le ocurrió, por ejemplo, definir que el horario bancario debe ser de 10 a 15 horas? ¿O que para alquilar un departamento se debe presentar como garantía un título de propiedad, si justamente, es lo que no se posee? El concepto “Design Thinking” o “Pensamiento de Diseño”, en idioma español, no son meras notas adhesivas de colores pegadas alrededor de la computadora; sino que se trata de una metodología que llegó para instalar a los consumidores y/o usuarios nuevamente en el centro de la escena.

El management tradicional se basa en seguir objetivos, métricas e idearios de una compañía, dejando muchas veces de lado, si es eso lo que realmente el usuario desea o necesita. Y luego viene la amplificación que provocan las estrategias publicitarias, en el afán de convencer al público de que un producto es mejor que el de la competencia.

“Pensemos, por ejemplo, en los ejecutivos que trabajan en un banco aprobando créditos para el hogar. Probablemente están más atentos a los requerimientos y a la letra chica, que en pensar de que del otro lado hay alguien que está necesitando esa plata para algo importante, y que los retrasos en la gestión resultan un problema enorme para esa persona”

Uno de los grandes problemas que existen dentro de las grandes organizaciones que proveen servicios es que, al burocratizar las tareas, se tiende a deshumanizar el impacto de sus responsabilidades. En la vorágine cotidiana, los empleados y ejecutivos a cargo olvidan que, en realidad, el fin de su trabajo es proveer un servicio a alguien.

Por esa razón, el Design Thinking (DT) es un concepto que busca dejar de lado los condicionamientos de las compañías para estar cerca de las personas.

Como su nombre lo indica el “Pensamiento de diseño” toma el modo en el que los diseñadores piensan, y lo replica como una metodología de trabajo que puede ser usada por cualquier equipo, de cualquier profesión e industria. Y el primer paso de un diseñador es, justamente, entender para quién está diseñando: quién es el usuario, y para qué necesita ese producto o servicio. Esta metodología, también definida como “de innovación centrada en las personas” fue consolidada por la consultora estadounidense IDEO y el Instituto de Diseño Hasso Plattner de la Universidad de Stanford, y actualmente es adoptada por gran parte de las compañías exitosas a nivel mundial.

“Lo importante más allá de la metodología que se utilice (Design Thinking, Systems Thinking, Jobs to be Done) es que ésta pueda adaptarse al proceso de trabajo de la organización; y así ayudar a mantener el foco en el usuario, sin perderse en el proceso. Tiene que permitir alcanzar buenas soluciones, no ideas que no solucionen nada. Eso asegura que lo que se está haciendo, si está centrado en los usuarios, va a generar valor, y no solamente una idea bonita para marketing”

Hay una frase que se le atribuye al físico Albert Einstein que reza: “Si tuviese sólo una hora para salvar al mundo, dedicaría 55 minutos a definir el problema”. Y parafraseando al científico más reconocido del siglo XX, allí radica el secreto del Design Thinking. ¿Cuántas veces se resuelven los problemas con “parches” sin indagar realmente cuál es la verdadera causa que los genera?

Para esta metodología (DT) lo primero y principal es identificar adónde se encuentran los verdaderos conflictos, y a partir de ahí definir la solución de una manera más eficiente. Redefinir la pregunta nos permite llegar a soluciones mucho más creativas y disruptivas.

“La lógica del Design thinking incentiva a “pensar fuera de la caja”

La innovación empieza por las personas

“La clave de la innovación está en ponerse en los zapatos del consumidor: esto es lo que va a permitir llegar a soluciones inesperadas y de alto impacto”

Al sumergirse en profundidad en el contexto real en el que un usuario circula y consume un producto o servicio, se pueden prever un montón de limitaciones que actualmente están ocurriendo.Nadie puede adivinar desde su escritorio qué es lo que los consumidores van a preferir.

Para qué sirve el Design Thinking

Como hemos comentado, el Design Thinking puede aplicarse prácticamente en cualquier sector, con o sin fines de lucro, público o privado, digital o analógico, y en general sirve para:

  • Resolver de problemas de forma creativa e innovadora
  • Diseñar y desarrollar productos o servicios
  • Rediseñar procesos de negocios
  • Emprender y crear empresas (Startups)
  • Crear un Plan B de vida
  • Diseñar crear una presentación de negocios
  • Diseñar cursos virtuales u online

Dónde y cómo aplicar Design Thinking

Hemos comentado que el Design Thinking es posible aplicarlo prácticamente en cualquier sector o actividad. Algunos ejemplos y casos de usos son:

  • Educación. Por ejemplo, para diseñar y desarrollar cursos online/virtuales. También se ha utilizado para el diseño de mobiliario de las aulas de clases, dando así nuevas funcionalidades para pizarras y pupitres. Un claro ejemplo de ello: Steelcase
  • Banca. El mundo de las finanzas no escapara al Design Thinking. Nuevos tipos de cuentas, tarjetas, Mobile Pay, etc. Un ejemplo es Bank of América
  • Internet. Es famoso el caso de Airbnb, la cual a los huéspedes quien alquilaban apartamentos, les exigió fotos de calidad, que mostrarán una buena experiencia de la estancia.
  • Empresas de seguro
  • Sanidad
  • Periódicos
  • ONG
  • Cadenas de supermercado
  • Etc.

Por dónde comenzar

Siempre se comenta que es mejor empezar por lo pequeño e ir ganando velocidad. Escoge alguna iniciativa, producto/servicio o problema que sea fácil de abordar. En donde la solución tenga un impacto en toda la institución y que sea visible para todo.

El capacitarse y/o formarse en la metodología Design Thinking es clave. De la mano de un consultor o formador con experiencia es un buen punto de partida.

7.- Conclusiones

La vorágine de un mundo VUCAD no nos da tregua. La competencia se ha “exponenciado” en los últimos años. No dejemos que factores externos nos haga perder capacidad competitiva.

Vivimos y viviremos un mundo cada vez más abierto a la creatividad e innovación. Una era digital (la D de VUCAD) y la globalización apalancadas por Internet es imparable. Grandes empresas así lo han entendido y trasladado a su organización. Para ello el liderazgo juega un rol fundamental.

El Design Thinking como metodología, no solo para diseñar y crear la próxima generación de productos y servicios, sino también que traslada a las organizaciones conceptos mucho más profundos como son:

  • La Inteligencia emocional
  • Motivación
  • Emociones
  • Innovación y creatividad
  • concentración en los clientes
  • Liderazgo de equipos
  • Gestión de personas

Al fin y al cabo, el Design Thinking es una cuestión de personas y sus relaciones/interacciones.

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