Mucho se publica sobre la nueva tecnología que integran los equipos médicos de adquisición de imágenes médicas como la inteligencia artificial, sin embargo, muy poco se habla sobre uno de los elementos más importantes posteriores a la adquisición: la visualización e interpretación de estas imágenes. Una TV, un monitor de computadora, un celular o una tableta ¿Son suficientes para visualizar e interpretar imágenes médicas?
El monitor de grado médico es un equipo de visualización cuya principal función es mostrar textos e imágenes claras para cualquier profesional de la salud. Cuenta con características que claramente los diferencian de cualquier otro monitor para casa u oficina y éstas dependen de la especialidad o el área en donde van a ser utilizados.
En general, se pueden considerar de 3 categorías:
- Monitores para revisión clínica: Son utilizados por recepcionistas, personal administrativo, técnicos, médicos y áreas de enfermería, consultorios o laboratorios. Como su nombre lo indica, son de revisión clínica: para visualizar datos, muestras o imágenes como referencia al diagnóstico. Son de "uso diario" como monitor principal o secundario y a veces están fabricados con material antimicrobiano. Algunas técnicas de mínima invasión y especialidades como patología, dermatología, oftalmología u odontología pueden beneficiarse de sus características.
- Monitores para diagnóstico: Su finalidad principal es brindar a los médicos el máximo detalle y calidad posibles en imágenes de ultrasonido, rayos X, tomografía computarizada, resonancia magnética, mastografía y medicina nuclear para que puedan emitir un diagnóstico primario. Para lograrlo, cuentan con estabilidad de brillo, software de calibración automática, sensores de luminosidad y resoluciones bastante elevadas, entre otras características. Los principales usuarios son los médicos radiólogos, aunque cualquier médico que requiera visualizar imágenes médicas en alta definición también se puede beneficiar de su uso.
- Pantallas o monitores quirúrgicos: Son aquellas que cuentan con un diseño y características específicas para estar operando dentro de áreas blancas, mejor conocidas como quirófanos. Cuentan con protecciones contra golpes, líquidos y polvo, además que no utilizan ventiladores para enfriarse, por lo que reducen cualquier posibilidad de adquirir enfermedades nosocomiales durante procedimientos. La latencia en las imágenes es muy baja (prácticamente en tiempo real) y cuentan con distintas entradas para visualizar diferentes fuentes al mismo tiempo (PIP, PBP). Los principales usuarios son los médicos endoscopistas pues idealmente un endoscopio debe contar con una pantalla de estas características, aunque cualquier médico cirujano puede beneficiarse al utilizarlo.
Omitir el uso de esta tecnología puede llevar tanto a dar como a recibir un mal diagnóstico o tratamiento. El monitor de grado médico, siendo el último elemento en la cadena de imagen (Adquisición-Distribución-Visualización) otorga seguridad al personal sanitario al desplegar las imágenes y datos con la mejor calidad posible.