¿Qué está pasando? Una opinión sobre la clasificación de videojuegos en México y sus lineamientos.

Hoy, 27 de noviembre de 2020, se publica en el DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN de México los LINEAMIENTOS Generales del Sistema Mexicano de Equivalencia de Clasificación de Contenidos de Videojuegos. Dicho en cristiano, cómo se van a clasificar los videojuegos en México a partir del año 2021.

Desde mi posición como abogado en la industria y un amante fiel de su producción y contenido, creo que el fondo este documento demuestra una vez más que la aplicación y la función de la Ley para los videojuegos siempre fue a medias. Destacar netamente el apartado físico en un época en que la migración hacia lo digital se está convirtiendo en una opción más viable a raíz de los altos costes e impuestos de los juegos en su formato físico, en comparación a su bajo costo en plataformas digitales como Steam, Epic Games, GOG, entre otros; así como la apuesta de Microsoft y Sony en la nueva generación de consolas y sus opciones 'Only Digital Edition', me hace pensar que quienes estuvieron asesorando al grupo responsable de este trabajo no solo no conocen cómo funciona y cómo se mueve la industria del videojuego, sino que también siguen pensando —e insistiendo— que el mayor público consumidor son los niños, cuando empresas como Newzoo ya han demostrado en varias investigaciones que entre el 80% y 85% del público consumidor de videojuegos en México oscila entre los 18 y 65 años, personas mayores de edad y con capacidad de elección.

Aplaudo el deseo de querer brindar más información al público en general, así como la creación de una guía parental para traducir el simbolismo de la nueva clasificación elaborada por México, pero en vez de colocar ‘A’ para todo público o ‘D’ para mayores de 21 años, ¿no hubiera sido más sencillo regresar a lo simple y decir: 'apto solo para mayores de 21' o 'para todo público'? Sí, sin esas letras.Un

Y alguien me pueden explicar, ¿cuál es el afán de colocar las nuevas etiquetas de clasificación sobre las ya existentes? Pues, al parecer, seguiremos viendo la clasificación de origen en la portada de los propios discos.

Esta ley fue pensada desde el principio para la comercialización física del videojuego y para la comercialización de primera mano, en retails; pero, ¿qué pasará con la comercialización de segunda mano? Y más aún, ¿cómo afrontará el gobierno la comercialización digital de estos y su auge creciente para la era post pandemia?

Lo triste es que parece que nadie les dijo que la clasificación no tiene efecto legal vinculante y que es la industria la que decide por su cuenta adherirse a ella para ayudar al consumidor, no por obligación gubernamental —hay juegos que se comercializan sin clasificación—. Veamos cómo va este nuevo reto y solo esperemos que esto no signifique retrasos en lanzamientos, comercio de segunda mano o destinos en la industria similares a Brasil o Venezuela.