De cómo gestionar una jefatura incómoda y no morir en el intento

El deber de todas las cosas debiera ser la felicidad y si no lo son podrían ser calificadas como inútiles o perjudiciales. (Borges)

Trabajar con un jefe odiado o simplemente no querido, no sólo puede ser agotador, sino que en beneficio de uno mismo y dados los tiempos que corren, debería ser evitado a toda costa. Es sabido por todos que trabajar así puede convertirse en un elemento muy negativo que influye directamente sobre la actitud hacia el trabajo y los resultados en el mismo.

La buena noticia a este respecto es que sí se puede mantener una relación de trabajo en sentido positivo con alguien con quien te cuesta compartir tiempo y dedicación sin dañar tu carrera profesional, sin tener que evitar relacionarte con tu odiado colega de trabajo, y sin tener que recurrir a ningún fármaco para el estrés.

Expertos como Goleman o Sutton nos dan algunas claves para superar esta situación:

1. El arquetipo social del detestado jefe se reproduce en numerosas organizaciones y aunque suene a “mal de muchos” es parte de nuestra condición humana el encontrarnos con otras personas, ya sea en el entorno familiar, vecinal o laboral, con las que no nos sentiremos cómodas ni confortables. Nos guste más o menos, ese tipo de personas estarán allí y nos iremos encontrando con ellas a lo largo de nuestras vidas, por lo tanto hay que aceptarlo y afrontarlo.
2. Aprender a manejar nuestras propias reacciones ante esta persona, evitar mostrar disconformidad y de manera rotunda evitar cualquier signo de hostilidad hacia él o ella, se hace imprescindible para sobrevivir a la situación.
3. Es necesario focalizarse en la conducta de uno mismo, ya que es esta la única que vamos a poder controlar, esto nos ayudará a evitar creencias limitativas sobre la conducta de los demás.
4. Evitar pegarnos un tiro en el pie o lo que es lo mismo no dejarnos llevar por la ira , se recomienda practicar métodos de relajación diaria, al igual que haríamos con otras competencias o habilidades profesionales. La idea principal es que si eres capaz de manejar tu propio estrés, nunca volverás a tener problemas con un jefe incómodo.
5. La incomodidad de la situación es un problema tuyo y no de tu jefe, debes analizar cuales son las diferencias con tu estilo personal, qué específicamente te molesta de esa persona, piensa honestamente si hay celos o envidias, trata de empatizar y ponerte en sus zapatos para ver su perspectiva y no la tuya. 
6. Es preciso practicar una cierta frialdad emocional sobre las conductas de la persona que tanto te irritan de manera que no forme parte de tus pensamientos diarios, dicho de otro modo, ¡no debes regar la flor del mal!.
7. Evita contagios innecesarios con tus colegas, no busques complicidades ni confirmaciones de tu malestar, es un error tratar de hacer frente común contra quien no te cae bien, muestra tu vulnerabilidad frente a los demás y en los tiempos de dificultad laboral en la que nos encontramos, cualquiera puede competir contigo por tu puesto de trabajo. No etiquetes ni hagas campaña negativa o insidiosa, tu conducta pasada será el mejor aliado para tu conducta futura.
8. Si el caso es que siempre encuentras jefes a los que odias, es un síntoma de que no estás trabajando correctamente en tu autocontrol y ello no te dejará discernir de los estereotipos y creencias personales que te impiden ver más allá de tu propia perspectiva. Ocúpate de ti mismo y preocúpate del problema. Si necesitas un respiradero a la situación, búscalo siempre fuera del entorno laboral y considera siempre el lado emocional del asunto, no el personal, trata de buscar feedback en las conductas y no en la persona. 
9. Si nada de lo anterior funciona, se debe procurar conocer a la persona que te irrita y entender que la mueve a comportarse de la forma que tanto te irrita. Sólo así podrás controlar tus emociones sobre el asunto. Esto exige interés por comunicarte, por escuchar, pero ¡ojo, mucha precaución! sólo si tienes una cierta pericia en la comunicación y estás dispuesto a ser receptivo con la persona en cuestión puedes intentarlo, sino es así, o estimas que tu jefe además de ser estúpido, es vengativo o malvado, olvida todo esto y empieza a buscar otro trabajo,te deseo toda la suerte del mundo.