Qué hacer si aparecen síntomas musculares asociados al uso de medicaciones que bajan el colesterol (estatinas)

El colesterol es un responsable probado de la enfermedad vascular, de modo que ya sabemos que cuanto más bajo el colesterol (LDL), mejor es la evolución clínica de la persona.

Por alguna razón, contrariamente al irrefutable beneficio de las estatinas, muchas personas manifiestan síntomas (mayoritariamente musculares) que dificultan el cumplimiento adecuado de la indicación de tomar el fármaco diariamente y sin suspenderlo.

Frente a esto, inicialmente, es central recalcar que estos fármacos reducen el riesgo de padecer un infarto, un ACV y otras manifestaciones de enfermedad vascular. Debemos primero intentar confirmar si los síntomas podrían deberse al uso de estos fármacos y de ser así, podemos rotar de una estatina a otra (ya que a veces una produce más molestias que otra).

Si a pesar de los esfuerzos por mejorar la tolerancia del fármaco por el paciente, tememos que sea difícil continuar con éstos, hay distintas opciones farmacológicas que permiten un tratamiento efectivo:

• Ácido Bempedoico (solo o asociado a Ezetimibe)
• Inhibidores de PCSK9
• Inclisiran

Es clave entender que, dependiendo del riesgo de cada paciente, existe una meta de LDL diferente, de modo que a mayor riesgo del paciente, menor es el LDL al que debemos llegar:

• Personas con bajo riesgo cardiovascular: meta de LDL menor de 116 mg/dl
• Personas con diabetes de corta data o factores de riesgo: meta de LDL menor de 100 mg/dl
• Personas con diabetes de mayor data o placas en carótidas o femorales: LDL menor de 70 mg/dl
• Personas que hubieran tenido enfermedad coronaria o vascular: LDL menor de 55 mg/dl