¿Qué impulsa la responsabilidad empresarial?

"Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica. Esa fuerza es la voluntad”.

--  Albert Einstein

Hace falta voluntad para ocuparse de los demás cuando se dirige una empresa. Los días se hacen cortos, las ocupaciones son muchas, y a veces ni la familia recibe nuestra atención, cuando tenemos que liderar una organización.

Según una definición que me gusta, motivación es la fuerza interna, de impulso propio, que genera cambios de actitud y conducta hacia un determinado desempeño.

Cuál será entonces la fuerza impulsora que puede lograr que nuestros empresarios decidan sabiamente, invertir en acciones con criterio social, en negocios justos, en desarrollo sustentable, en una preocupación sincera por la preservación y rescate del medio ambiente.

Soy de la idea que los mejores instrumentos para lograr el compromiso de los empresarios con la Resposabilidad Social Empresarial (RSE), son los medios de comunicación. Mientras más se difundan las ventajas que obtienen aquellos quienes deciden trazar estrategias, desarrollar proyectos, y beneficiar comunidades con su acción social, más influiremos en que otros empresarios sigan su ejemplo.

Divulgar lo que hacen las empresas triunfadoras en el mundo de los negocios, en el cumplimiento de RSE, hace que los demás empresarios sigan el camino del bien, manteniéndose activos y en contacto con las realidades de sus comunidades.

Asumir que los empresarios emprenderán acciones de RSE por mandato de las leyes, por medidas de presión gubernamental es iluso. La gente no cambia de conducta, a menos de que el cambio signifique una diferencia. El dolor que le causa el peso de una ley que lo obligue a realizar inversión social, no es suficiente para que esa estrategia tenga sostenibilidad. Las críticas frecuentes a los empresarios, procedentes de quienes no creen en la libre empresa, y que acusan al empresario de explotador de las clases desposeídas, no han logrado en ninguna parte del mundo una solución que adelante la economía para beneficio de todos, con elevación del estándar de vida de la población.

No podemos lograr que el empresario ponga en marcha acciones sociales, cuando se siente tonto al hacerlo. Y se siente así porque cuando actúa solo, no logra resultados trascendentes. Hace falta la labor armónica de comunidades de empresarios, para que se vean los beneficios colectivos, y haya trascendencia en la labor.

Hay que tender también que debe haber un plan de estímulos puesto en marcha desde los gobiernos a todo nivel, para que la motivación del empresario se active.

Los estímulos pueden ser fiscales, de reconocimiento, pecuniarios, crediticios, de incentivos para las exportaciones, en fin algo que signifique una diferencia que haga que el empresario se dirija hacia metas sociales, como parte de su camino empresarial.

Si algo ha hecho que las empresas no hayan considerado como un área estratégica ni prioritaria, el avance de sus estrategias de gestión de su RSE, es la escasa difusión que estos temas obtienen en los medios de comunicación, al igual que el desinterés que los gobiernos han tenido en cuanto a la labor empresarial en este sentido.

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