¿Qué malabares haces para estar con tu familia?

Hay personas que nacen con una "vena emprendedora", son apasionadas, tienen una especie de visión natural para detectar negocios y hacerlos productivos. Y, también hay personas que se forjan en el camino para ser emprendedoras. En ambos casos, existe una realidad que resulta, en la mayoría de los casos, difícil de compaginar con los sueños, los objetivos y las metas personales. Esa verdad existente es la familia, que es el centro de la vida personal de los seres humanos.

Si se hiciera una encuesta, no sería disparatado encontrar un porcentaje interesante de emprendedores que consideran que su vida es el emprendimiento, porque depende desde dónde lo vivan, aplican toda su energía en el mismo. Y esto no va de criticar o de decir a quienes optan por vivir desde su negocio, sino, simplemente, dotar de herramientas, a quienes viven el emprendimiento con una perspectiva distinta en la que aspiran a tener tiempo y encontrar espacio para estar alineados con lo que les resulta relevante que es equilibrar familia y emprendimiento.

Para poder encontrar el punto medio y dar oportunidad a la identidad familiar tanto como a la profesional, se pueden tomar en consideración algunos aspectos como la identificación de creencias que imposibilitan a la persona emprendedora para entender que sí puede tomarse tiempo. Elaborar una planificación específica de las gestiones y actividades a llevar a cabo en ambos espacios de vida. Estar "presente" en la función que se esté cumpliendo en un momento determinado, no estar haciendo una cosa mientras se piensa en otra.

Es importante aprender a delegar, tanto en casa como en el emprendimiento. Relativizar lo que sucede si no estás presente tanto en un sitio como en otro. No pasarte el día apagando fuegos. No inviertas en nada que no te resulte productivo, sea a nivel emocional o económico.

Si se analiza en profundidad, se descubre que la razón por la que a la mayoría de las personas les cuesta encontrar el equilibrio es porque no establecen límites y no tienen disciplina. ¿Cuántas personas van a la cama pasada la medianoche?, y así van cada día arrastrando gestiones, tiempos, frustraciones, enfados. ¿Cuántas parejas se rompen después de que uno de los integrantes inicia un emprendimiento?, no se establece un espacio para el disfrute, el ocio y la reconexión de ambos. Y así, en la mayoría de los casos que podríamos encontrar.

La parte importante de esto es saber ¿para qué tienes tu emprendimiento?, sólo así podrás tomar decisiones que te permitan ir hacia el lugar que quieres, independientemente cuál sea este. Tu eres la única persona responsable de tu vida y lo que hay en ella, no lo olvides...todo empieza y termina en ti.