¿A qué se le llama “hiperactividad” en vigilancia?
En el contexto de un sistema de intrusión, la hiperactividad se refiere a la generación excesiva de falsas alarmas.
Es decir, el sistema de alarma responde con mucha frecuencia a señales que no son realmente indicativas de una amenaza real.
Desde el punto de vista de la seguridad, puede ser problemática por varias razones:
❌ Genera molestias innecesarias a los usuarios del sistema de alarma.
❌ Puede llevar a que las alarmas genuinas sean pasadas por alto o no se les preste la atención necesaria.
❌ Supone costos adicionales para el propietario o usuario del sistema por la necesidad de revisar o reparar el sistema.
❌ Puede provocar sanciones de las Fuerzas de Seguridad por generar falsos avisos.
❌ Implica un desgaste innecesario del sistema.
Para minimizar la hiperactividad, se pueden adoptar varias medidas:
✅ Ajustar la sensibilidad de los sensores para evitar que se activen con estímulos irrelevantes o movimientos no amenazantes.
✅ Colocar los sensores en lugares apropiados, como puertas, ventanas y áreas de alto riesgo.
✅ Evitar fuentes de interferencia como corrientes de aire, fuentes de calor o luces brillantes.
✅ Realizar inspecciones y pruebas periódicas del sistema de alarma para asegurarse de que esté funcionando correctamente.
No obstante, a pesar estas medidas, es importante contar con el asesoramiento de un especialista en seguridad para evitar que el problema se produzca o para solucionarlo con rapidez en caso de no poder impedir su aparición.
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