¿Qué tener en cuenta al momento de presentar nuevas recetas a los/las
niños/as?
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¿Qué tener en cuenta al momento de presentar nuevas recetas a los/las niños/as?

A la hora de preparar nuevas recetas, es fundamental considerar una serie de aspectos que

van más allá de los ingredientes. Es importante abordar el acto de cocinar no solo como un

medio para alimentar, sino como una oportunidad para fomentar una relación positiva con la

comida.


Lo primero a tener en cuenta es la textura de los alimentos. Muchos niños/as rechazan

ciertos alimentos debido a cómo se sienten en la boca. Por eso, es útil adaptar las recetas

de acuerdo a las preferencias sensoriales del niño/a. Por ejemplo, si no tolera las texturas

crocantes, podemos optar por alimentos más suaves o triturados. Al mismo tiempo, es

importante ir introduciendo gradualmente variaciones mínimas en las texturas, para que el/la

niño/a pueda ir ampliando su tolerancia sin sentirse abrumado.


Otro aspecto clave es el sabor. Algunos/as niños/as suelen preferir sabores simples y

familiares. Evitar condimentos muy fuertes o sabores intensos en un principio puede ser una

buena estrategia. En su lugar, es recomendable ofrecer alimentos con sabores suaves y

conocidos, e ir introduciendo poco a poco nuevos sabores en pequeñas cantidades o

mezclados con aquellos que el/la niño/a ya acepta. Este enfoque progresivo permite que

el/la niño/a explore nuevos gustos sin sentir que se le está imponiendo algo desconocido o

incómodo.


La presentación de la comida también juega un rol importante. Los/las niños/as pueden

sentirse abrumados al ver platos demasiado llenos o con alimentos que no les resultan

familiares. Una buena práctica es presentar porciones pequeñas, separadas en el plato para

que no se mezclen. Usar platos o utensilios que al niño/a le resulten agradables o familiares

puede hacer que el momento de la comida sea más atractivo.

Además, es crucial involucrar al niño/a en la preparación de las recetas, siempre que sea

posible. Cuando los/as niños/as participan en la cocina, tienen más control sobre lo que

están por comer, lo que puede reducir la resistencia a probar nuevos alimentos. Pedirles

que elijan algunos ingredientes o que realicen tareas sencillas, como lavar frutas o mezclar

ingredientes, no solo les da un sentido de participación, sino que también puede despertar

su curiosidad por probar lo que ayudaron a preparar.


Finalmente, es fundamental respetar los tiempos del niño/a. La introducción de nuevos

alimentos debe hacerse de manera gradual, sin forzar ni apurar. La presión excesiva sólo

aumenta la ansiedad y refuerza el rechazo. En su lugar, es importante celebrar los

pequeños avances, como tocar un alimento nuevo o probar un bocado, aunque sea mínimo.


El impacto del juego en la incorporación de de alimentos

El juego es una gran herramienta en el desarrollo infantil. Incorporar el juego en el proceso

de introducción de nuevos alimentos puede transformar la experiencia de comer en algo

más atractivo y menos intimidante para los/as niños/as.


  • El juego sensorial es una de las estrategias más efectivas. A través de actividades que

involucran la manipulación y exploración de diferentes texturas, olores y colores, pueden

comenzar a familiarizarse con los alimentos de manera no amenazante. Por ejemplo, juegos

como tocar y clasificar diferentes tipos de frutas y verduras pueden ayudar a superar el

rechazo inicial hacia ciertos alimentos.


  • El juego simbólico también puede ser beneficioso. Actividades como jugar a "la cocinita" o

preparar comidas de juguete permiten que los/as niños/as se familiaricen con el proceso de

cocinar y comer de una manera lúdica.

El uso de historias y personajes en el contexto del juego puede ayudar a reducir el

rechazo hacia ciertos alimentos. Crear historias en las que los personajes favoritos del

niño/a disfrutan de una variedad de alimentos puede motivar a probar esos alimentos. Los

cuentos que incluyen aventuras relacionadas con la comida o personajes que sean

alimentos pueden hacer que el proceso de prueba de alimentos sea más atractivo y menos

amenazante.


  • El juego interactivo también puede ser una forma eficaz de introducir nuevos alimentos.

Actividades como juegos de mesa o aplicaciones interactivas relacionadas con la

alimentación pueden ayudar a educar sobre los beneficios de una alimentación equilibrada

de manera entretenida.


  • El juego con familiares y amigos puede proporcionar un entorno de apoyo y modelado

positivo. Las comidas en grupo, donde juegan con alimentos de manera creativa o

participan en actividades relacionadas con la comida, pueden ayudar a normalizar la

experiencia y hacer que el/la niño/a se sienta más cómodo.


-Equipo de Portal Miró -

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