Que tus prejuicios no te arruinen el viaje

Que tus prejuicios no te arruinen el viaje

Cuando la posibilidad de viajar a Kosovo se me insinuó, no dudé en agarrarla rápido.

Y estos titulares tampoco dudaron en encender lucecillas de neón en mi cerebro: guerra, violencia, mafia, crimen, robo a mano armada, peligro, inseguridad, violento-asalto-de-banda-albano-kosovar y otras delicias.

Un montón de piropos dirigidos a todo un país con que hemos alimentado el imaginario colectivo. Todo un detalle viajar a Kosovo creyendo que quizá allí me esperara el fin del mundo.

Pero, ¿no hay nada positivo que contar sobre Kosovo?

Cabecita limpia VS Paranoia

Viajo con Bryce. Él es de Estados Unidos y yo, del Mediterráneo. Nuestras referencias en política internacional (y en muchos otros temas) se parecen como un huevo a una castaña. O sea, nada.

Él nunca había oído hablar de Kosovo y le sonaba de lejos la Guerra (o conflicto, para quienes prefieran los eufemismos) de los Balcanes (por cierto, aquí la llaman la Guerra de la antigua Yugoslavia, “su” Guerra de los Balcanes fue en 1912-13). Así que iba a Kosovo con la cabecita limpia.

Sin embargo, esta guerra estuvo muy presente en mi infancia y adolescencia: Yugoslavia, Kosovo, Serbia, Bosnia, Sarajevo, Eslovenia, Croacia, Montenegro, Albania y Macedonia.

Fronteras, guerra étnica, ortodoxos, musulmanes, cristianos, mayoría, minoría, violaciones, encubrimientos, huidas, bombardeos, asesinatos.

Derechos Humanos, Milosevic, Tribunal de la Haya, Djordjevic, Comunidad Internacional, Mladic. Europa. Buenos y malos.

¿Te suena?

Cómo cambia la percepción de un mismo lugar según lo que nos han contado, ¿no?

Mi propia paranoia se encargó de poner nervioso a Bryce y de ensuciarle esa cabecita que tanto me gusta de prejuicios inútiles.

Y eso que yo sabía que tenía esas ideas preconcebidas…. Imagina cuando no soy consciente de ello y las alimento aún más.

Así que gracias a mi valiosa aportación, cruzamos en bus la frontera de Serbia a Kosovo en modo paranoia dual, más consciente que nunca de los mil prejuicios que me bombardeaban la cabeza y más dispuesta que nunca a encararlos.

Sí, tengo prejuicios

Pero, ¿qué es un prejuicio?

Es el juicio que se tiene formado sobre algo o alguien antes de conocerlo (y que suele ser negativo). Una idea preconcebida que puede no cuadrar con la realidad, porque se hace antes de conocerla.

(...)

[Clica aquí para leer el artículo completo].

★ Yolanda Gonzalez

Ingeniería. Dpto. Documentación

5 años

Yo también tengo. Salen a veces a darme una sorpresa.

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