¿Quién ganará la carrera para obtener la atención del cliente?
La excepción hace la regla, por eso un grupo aún se resiste a engrosar las filas de publicistas expertos, voceros múltiples de empresas y quienes muestran su mejor faceta en redes sociales. Sean sus discursos personales o profesionales, todos compiten en la misma arena. ¿Quién ganará la carrera? Quien establezca una relación que trascienda la red digital y logre sostener sus promesas.
Para que una comunicación sea atendida, los expertos aconsejan crear un título atractivo, que incluya una promesa y luego la cumpla en el desarrollo de la pieza. También que el diseño sea relevante, es decir que cuente con un giro creativo y diferenciador, que la fotografía o las imágenes sean originales y que el punto de vista tenga la claridad de la mirada honesta. Cada uno de estos puntos debe conservar la pertinencia al producto, rubro, servicio o industria de la que se trate. Demasiada relevancia puede inundar la pertinencia y demasiada pertinencia, opacar la creatividad.
Sin embargo, antes de desarrollar la pieza de contenido, recomiendan observar a la audiencia. Entenderla. Big data, minería de datos y segmentación son palabras corrientes en las campañas de marketing, sin embargo, al igual que en la creación de un algoritmo para vehículos autónomos, el sesgo del creador puede empañar el resultado. La preferencia de la persona, en general, no habla de la persona. Su profesión no habla de ella, sino por ella. Es imprescindible profundizar en la información y la complejidad de cada una de las personas que componen la audiencia. Sin ir más lejos, un mismo usuario de Twitter puede seguir a un poeta, a un músico de rock punk y a un crítico ácido del poder de turno. ¿A cuál de estos perfiles le hablamos cuando hablamos en nuestra pieza? ¿Cómo respondemos a la complejidad?
Quien se adentre en los detalles del lector será quien interprete mejor sus preferencias y necesidades según el contexto y aquí no hay fórmulas mágicas. Será cuestión de estar presente, una y otra vez allí, otorgando respuestas, es decir, sosteniendo la promesa.