¿Quieres discutir o pelear?
No se puede entender sin alcanzar a ver los límites de "las cajas", es decir, las creencias desde las cuales pensamos.
La mayoría de los conflictos entre nosotros provienen de no ser conscientes de esto. Cuando alguien nos habla solemos emitir un juicio sobre la persona sin percatarnos desde dónde nos está hablando, en el fondo es algo tan absurdo e inútil como criticar a alguien por hablar su propio idioma.
La mayoría de las discusiones son como dos personas hablando de paisajes distintos, creyendo que son el mismo, y tratando cada una de ellas de imponer su mirada a la otra: un auténtico diálogo de sordos.
Si queremos realmente entender a nuestro interlocutor tenemos antes que ver desde qué creencia nos está hablando, todo el mundo hacemos una serie de “supuestos invisibles” , es decir que nos pasan desapercibidos en nuestras argumentaciones: son los límites de nuestra “caja de pensamientos” en la que nace la opinión que estemos expresando en ese momento. Revelar estos supuestos es todo un acto de sabiduría al que todos podemos acceder si nos entrenamos, primero aprendemos a verlos en los demás y finalmente en nosotros.
Te invito a utilizar esta mirada reveladora de los “supuestos limitantes” desde los cuales todos hablamos para evitar discusiones inútiles . Puedes empezar a practicarla contemplando un debate en la tele o en la radio, fíjate desde qué "caja" habla cada uno sin juzgar a nadie, siéntete un científico objetivo al hacerlo, tus opiniones sobre el tema tratado no deben limitarte. Es increíble lo que puedes aprender con este simple ejercicio sobre la forma en que pensamos, es convertir un tal vez aburrido debate en una apasionante investigación sobre cómo reaccionamos de manera muchas veces visceral y cómo esto nos limita. Cuando hayas ganado cierta pericia en la técnica puedes enseñar a otros a practicarla, será todo un acto pedagógico de sabiduría realizado con un simple hecho cotidiano como ver la tele.
¿Te imaginas un mundo en el que poder hablar sin discutir, en el sentido conflictivo de la palabra?, ¿Cómo serían tus relaciones?.
Las discusiones, a veces, son como una partitura donde la música está desafinada, donde no siempre se escucha y en la que todos desean tener la razón o la voz cantante.
El arte de discutir de manera inteligente y sin efectos secundarios, requiere no solo de una hábil estrategia, sino de una adecuada gestión emocional que todos deberíamos saber aplicar en nuestros entornos más cercanos.
Recuerda que en las discusiones no terminan obligatoriamente con un ganador, el arte de discutir con eficacia requiere la sutil sabiduría de permitir que ambas partes lleguen a un punto de confluencia, a algún entendimiento. De lo contrario no es una discusión, se trata de una pelea y en estas no hay cabida a la razón, se olvida la empatía, únicamente se busca ser el vencedor sea como sea.