¿Quiero turistas en mi pueblo?



 

Si, el turismo puede ser algo muy atractivo para una población. Un bien social, económico, y ¿Por qué no? Cultural. Personas venidas de diferentes puntos de España, de Europa, del mundo eligen nuestro pueblo, nuestra ciudad para visitar, y a veces se enamoran tanto de él que acaban convirtiéndose en un residente más.

Y de repente, empiezan a  llegar emprendedores, o los mismos habitantes, ven una oportunidad para ganarse la vida gracias al atractivo del pueblo, y empiezan aparecer empresas dedicadas al turismo, tiendas, alojamientos, bares, restaurantes…Y  se convierte en una moda ir a ese rincón tan especial, y cada vez se incrementa más  la demanda del destino, sobre todo en época estival.

Sin embargo, llega un día que sin saber cómo lo que parece un bien para el pueblo, acaba por convertirse en una pesadilla para los que viven en  él. Empieza a ver movimientos en contra del turismo, ya no gusta tanto los visitantes, hay un gran deseo que aparezca el invierno para que se vayan… La amabilidad  desparece. ¿Qué ha ocurrido?

La respuesta la tenemos, solamente observando en lo que se ha convertido la población y cómo ha cambiado en treinta años. Das una vuelta por el paseo, y sólo ves calles sucias, basura descontrolada, ruido, precios incrementándose…

El ser humano nos guste o no tendemos a lo fácil a lo cómodo. La previsión, no se ha tenido en cuenta, y hemos dejado por una parte que personas de fuera exploten de alguna forma nuestra gallina de los huevos de oro. Sin limitación y sin miramientos. Por otra parte se ha imitando de una forma rápida y sin  tener ninguna norma de calidad una forma de dar servicio más barata, sin apenas inversión, para ganar dinero sin mucho esfuerzo: Creando “chiringuitos” que se abren sólo tres meses y luego desaparecen.  Aparecen los “nuevos emprendedores” que se dedican a alquilar apartamentos, con el único objetivo de “hacer el agosto”. Y comienza a llegar un tipo de visitante “descontrolado”, atraído por la moda y la imagen de un pueblo que ve incrementándose su población pero que su infraestructura no está preparada para ello.

Y vemos las calles llena de unos visitantes que nada tienen que ver con los de  hace años. Y así van desapareciendo los negocios que ofrecían “algo diferente” por otros que nada tienen que ver. Los bares “típicos” ya no son tan típicos.

Llega un momento que quieres vivir en el pueblo que creciste, pero los precios se han incrementado tanto que no puedes permitírtelo… o sólo encuentras alquileres que te echan en junio. Y ves tus lugares favoritas llena de gente extraña que no aportan nada…

Así es normal que lleguemos a despertar un sentimiento de odio al turista. Cuando los vecinos tienen que ser los primeros embajadores de su pueblo. Los empresarios ofrecer un buen servicio de calidad, y digno para crear experiencias positivas y haya ganas de repetir. Las administraciones  deben de ser consciente de lo importante que es cuidar y atraer a un turismo que mire también por el lugar donde vivimos. Pero para ello también hay que dar unas infraestructura en condiciones, un control de los servicios, de la seguridad, y un largo etcétera.


Si queremos ganar, primeros tenemos que dar, ofrecer, controlar…El ciudadano tiene que ser el primer beneficiado de esta industria turística que llega, porque, si no es así , nada tiene sentido. El empresario que quiera atraer a personas que sean beneficiosas para la economía debe ofrecer primero un buen servicio. Administraciones, población, y empresarios, tienen que ser cómplices para llegar a un bien común. Y de esta manera crear un equipo para conseguir que se avance en este caso en la población local. Para ello “hay que arrimar el hombro”. Y cómo siempre digo ningún camino fácil te llevará a algo que merezca la pena. Cuánto más se trabaje más buena suerte tendremos en la vida.

Carlos Romero Valiente, Ph.D 🇪🇸⚓️

Dirección | Financiación Europea | Relaciones Corporativas | Análisis-Selección de Proyectos | Subvenciones Públicas | Agroalimentación | Emprendimiento | Innovación | Desarrollo Rural y Urbano Sostenible | Defensa

1 año

¡Capacidad de carga! Nos guste o no es un indicador que cada vez habrá que tener más en cuenta. Hasta ahora se viene utilizando para limitar los accesos a espacios naturales/culturales concretos. Nuestra oferta no puede seguir creciendo en cantidad. Como bien dices Paola el objetivo es la calidad y el equilibrio con el modo de vida local. Si lo que nos hace diferentes lo “quemamos” y “agotamos” difícilmente podremos seguir aprovechando esa gallina de los huevos de oro que es nuestro territorio. ¡¡¡Feliz Año Paola Del Castillo Mena !!!

jose Garteizgoxeascoa Gil

Experto en hostelería, F&B y sostenibilidad. Formación y consultoría

1 año

Como me recuerdas lo que cuentas a lo que ha sucedido en Tarifa

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