Quito: del centro histórico más grande de América al bosque frondoso

Viajar a Quito permite pasar arquitectónicamente del siglo VXI al XXI ya que fuera del centro histórico abundan los Malls y varias cadenas de hoteles internacionales que se instalaron en los últimos años.

Los cambios que ha experimentado la capital ecuatoriana durante este lustro fueron positivos tanto para los turistas como para los quiteños en cuanto a la infraestructura y la disminución del índice de los niveles de pobreza. Por eso el gobierno anunció que de aquí al 2017 invertirá 675 millones de dólares en el proceso de revitalización del centro histórico. Sin dudas, esto impulsará también la creación de nuevos restaurantes, habitaciones y nuevos motivos para volver a esta ciudad que puso a mi disposición una y mil veces desde la cultura incaica hasta la colonial, sin contar la amabilidad de los ecuatorianos, los paisajes de ensueño y unas frutas tropicales de sabores increíbles.

De día, el centro histórico se llena de gente en la calle vendiendo frutas y artesanías, yendo y viniendo. También hay muchos comercios y pequeños locales de comida quiteña, donde las frituras se venden "como pan caliente". También están los pobres que piden "un dolarcito", y los turistas que tratan de capturar en una foto la combinación perfecta entre la centenaria arquitectura con la población que viste con orgullo sus ropas autóctonas, obviamente, coloridas y hechas a mano. El transporte público atraviesa las calles a toda velocidad sobrecargado de personas, y en el medio del bullicio se encuentra la paz al mirar al horizonte, y encontrar que la ciudad está rodeada de montañas y volcanes. Definitivamente, es mejor mirar al cielo, que al suelo.

Como se trata del centro histórico más grande de América, puede recorrerse en el tiempo que uno desee, dependiendo si el plan es observar las fachadas o si la intención es deslumbrarse con la perfecta conservación de las iglesias por dentro. Esto se debe a que fue la primera ciudad declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco de 1978. De cualquier modo, la caminata debe realizarse con tranquilidad por una simple razón: como Quito está a 2.800 metros sobre el nivel del mar, se recomienda no realizar grandes esfuerzos durante las primeras horas en la ciudad. Además, hay tantas pendientes y subidas que es imposible mantener un ritmo de paseo constante.

Nadie puede perderse. Además de los carteles que señalan los puntos de interés, hay muchos agentes de la policía que amablemente dan recomendaciones a los turistas ante una multitud de vendedores ambulantes que ofrecen 5 mandarinas o naranjas por un dólar. El punto que está más de moda en esta parte de la ciudad es la calle La Ronda. Se trata de un rincón en donde habilitaron restaurantes de comida típica ecuatoriana, cafés literarios y negocios de artesanías.

De antiguo aeropuerto a flamante parque

El aeropuerto Mariscal Sucre fue inaugurado en febrero de 2013 con una infraestructura que permite la entrada y salida de 6 millones de personas desde y hacia Quito. Al aterrizar, en un primer momento me concentré en los efectos que la altitud podía provocar en mi salud. Sin embargo, no tuve ninguna sensación desagradable, aunque por la sed constante, durante la estadía en la ciudad bebí unos 4 litros de agua por día.

Hay que tener en cuenta que desde el aeropuerto a la ciudad hay que viajar, con suerte, unos 45 minutos, pero mirando los volcanes, valles y montañas, el viaje se hace ameno. Los quiteños son conversadores, y no dudan en ofrecer información sobre los lugares que hay que visitar sí o sí.

En el trayecto hacia la ciudad, de repente se ve un inmenso espacio libre: "Aquí estaba el viejo aeropuerto, que fue demolido, y desde hace poco más de un año se convirtió en el Parque Bicentenario, uno de los espacios verdes más grandes de la ciudad en donde se practican muchos deportes al aire libre. También se realizan eventos especiales, como festivales de música y maratones", cuenta Jorge, el taxista.

Orgullo quiteño

Los oriundos de Quito están realmente orgullosos de su ciudad. No es para menos: se trata de una de las urbes más atractivas de Ecuador. De hecho abundan los carteles que informan que en los años 2013, 2014 y 2015 la ciudad ganó los World Travel Awards (considerado como los "Óscar de la industria de viajes") en la categoría "destino líder de Sudamérica", compitiendo contra Bogotá, Lima, Sao Paulo, Río de Janeiro, Galápagos, Buenos Aires y Santiago.

chequear las fechas y los precios con anticipación Quito ofrece nuevas atracciones a los turistas que regresan a esta ciudad luego de mucho tiempo. Entre las novedades se destaca el "Tren Crucero". Inaugurado en junio de 2013, se trata de un tren de estilo barroco con una vieja locomotora de vapor restaurada, que recorre la ruta Guayaquil-Quito para que los pasajeros puedan ver en estos 453 kilómetros varios atractivos naturales como la Avenida de los volcanes, la Nariz del Diablo y el bosque nublado, hasta llegar a la Costa del Pacífico. Como las salidas son quincenales, es mejor chequear las fechas y los precios con anticipación.

Hacia la Mitad del Mundo

Desde el 2011 funciona el Quito Tour Bus, un colectivo que recorre la ciudad con un guía que explica qué hay en cada rincón. Al igual que en otras partes del mundo como Londres, Berlín o Buenos Aires, utiliza la modalidad que le permite al pasajero comprar un ticket diario, bajarse en la parada deseada, recorrerla por su cuenta, y tomar el bus siguiente sin costo adicional.

Sin embargo, cuando a uno le gusta moverse como si fuera un quiteño puede optar por el taxi (unas 40 cuadras cuesta apenas 2 dólares) o bien el transporte público. En busca de vivir las dos experiencias, madrugué para viajar durante 30 minutos por 15 dólares en taxi hasta la Ciudad Mitad del Mundo, en el noroccidente de Quito. Aunque llovía no me desmoralicé. Y es que caen tan pocas gotas en septiembre que ni siquiera hace falta usar paraguas.

El ingreso a este atractivo turístico donde está el monumento a la Mitad del mundo, un museo etnográfico y varios locales de artesanías y comidas, se encuentra a pocos metros de la nueva sede de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) "Néstor Kirchner", inaugurado a fines de 2014. La construcción, de un estilo moderno, tiene unos 20.000 metros cuadrados cubiertos y 14.000 cuadrados de áreas exteriores, entre plazas públicas y grandes espejos de agua.

Fue una excelente realizar esta visita a las 9am, que es el horario de apertura, porque hay tan pocas personas en este lugar, que uno puede sentirse "dueño" de la famosa línea amarilla que marca al paralelo y tomarse unas cuantas fotos con un pie en cada hemisferio.

La vuelta al centro de la ciudad resultó un tanto tediosa, pero económica, porque tomar un bus local cuenta 0,45 centavos de dólar, y el viaje dura más de una hora. De todos modos fue una experiencia grata porque me senté junto a una alegre quiteña que me contaba las bondades de su ciudad.

Para ver

Basílica del Voto Nacional: Se trata del templo religioso de estilo neogótico más grande de América. Se ubica el centro histórico. Se lo puede visitar de 9:00 a 17:00 hs, pagando 2 dólares la entrada.

Ciudad Mitad del Mundo: Ubicada a 15 kilómetros al Norte de Quito, es uno de los lugares de mayor interés para los visitantes nacionales e internacionales. En este predio, al que se ingresar tras abonar 3 dólares, se encuentra el Monumentos Ecuatorial, posado sobre la Latitud 0º0'0", en el cual se puede estar en dos hemisferios al mismo tiempo. Más información en la web.

Parque Bicentenario: Inaugurado en abril de 2013 donde se ubicada el antiguo aeropuerto de la ciudad, cuenta con 125 hectáreas. Además, es uno de los proyectos estratégicos más importantes para cambiar la estructura de Quito para que esta ciudad sea más sustentable. La entrada es gratuita.