Rage Against the Machine
La mística del progreso también tiene sus diablos.
Ha habido dos grandes puntos de inflexión en la historia de la humanidad. El primero fue la revolución industrial, donde las máquinas reemplazaron la fuerza muscular. El segundo cuando los robots-autómatas reemplazaron a las máquinas básicas y podemos estar a las puertas de otro punto de inflexión. Actualmente, cuando lo esencial es la creación de valor y la innovación, el hombre vuelve a ser el protagonista frente a la máquina pero otra revolución podría llegar en el momento en que las máquinas puedan hacerse cargo de muchas tareas cognitivas que los seres humanos hacemos. Estoy hablando del completo desarrollo de la Inteligencia Artificial y sus futuras aplicaciones. Puedes hacerte una idea de hasta dónde ha progresado y la visión futura en el canal de Youtube de la Singularity University.
Parece muy posible que la nueva generación tenga la suerte ( o la desgracia, según a quien preguntes) de experimentar dos momentos asombrosos: la creación de la Singularidad, la verdadera inteligencia artificial (IA) imitadora de mentes reales y la conexión de todos los seres humanos a través de una red digital común con la consiguiente transformación de la economía mundial.
Cuál es la naturaleza de las tecnologías transformadoras:
Me he dado cuenta que posiblemente todas las generaciones han pensado en su momento que el mundo se estaba volviendo más complejo y quizás exponencialmente, sin embargo, hay algo tangible acerca de esa parte “exponencial” de hoy día y que distingue esta época de las demás. Ese algo es la naturaleza digital.
Las tecnologías digitales tienen una economía inusual en comparación con la economía de los átomos: se pueden copiar a un costo prácticamente nulo, se transmiten casi instantáneamente y las copias resultantes son copias perfectas e idénticas del original y es la herramienta para crear redes entre otras muchas cosas.
La segunda característica es una mejora exponencial en el poder de los ordenadores, las tecnologías de las comunicaciones, el almacenamiento de datos e incluso el software. Algunas tecnologías incluso están mejorando más rápido que la ley de Moore (la ley de Moore es la observación de que, a lo largo de la historia del hardware informático, el número de transistores en los circuitos integrados se duplica aproximadamente cada dos años). Un playstation es más potente hoy que los superordenadores militares de 1996. En los próximos veinticuatro meses, el planeta agregará más potencia informática que en toda nuestra historia anterior
La tercera característica es la naturaleza combinatoria de la innovación. Las innovaciones digitales se pueden combinar y recombinar para crear aún más valor. Y eso es algo muy alentador; una base más grande de invenciones significa un conjunto aún mayor de materias primas para la próxima ola de innovaciones. Esto es muy diferente a los productos tradicionales que producen rendimientos decrecientes. Brynjolfsson y McAfee lo expresan mejor para la innovación tecnológica: “Los coches autónomos, Uber, AirBnB, Facebook, son combinaciones simples de tecnología... la innovación digital es innovación recombinante en su forma más pura». Cada innovación crea bloques de construcción para más innovaciones.
Rage against the machine
Frente a este panorama hay dos corrientes de pensamientos, una distópica y la otra utópica. El distópico encuentra expresión en las películas de ciencia ficción tipo Terminator , Matrix, Singularity y Ex-Machina por ejemplo. Esas películas tienen en común que las máquinas se vuelven conscientes de sí mismas, son capaces de trabajar en equipo e identifican al humano como enemigo.
En las versiones utópicas de la conciencia digital, los humanos no luchamos con las máquinas; nos unimos a ellas, nos dan soporte de todo tipo y nos podemos integrar convirtiéndonos en parte de una "singularidad humano-tecnológica". Ideas como esta son las que recogen películas como Transcendence ,Her o Réplicas.
A la larga el planteamiento utópico va más allá de lo económico o productivo. A medida que las máquinas nos sustituyen en ciertos trabajos con poco valor humano añadido, las personas podrían tener más tiempo para satisfacciones más profundas, más allá del ocio, como la creatividad, la innovación, la comunidad, el amor o la amistad. En el experimento utópico las máquinas ayudan a liberar el poder del ingenio y capacidades más humanas.
Nick Bostrom es el director y fundador del Future of Humanity Institute de la Universidad de Oxford link. No tiene pinta de loco apocalíptico ni mucho menos, pero eso no impide que el New Yorker lo llame “el filósofo del fin del mundo”, es también autor del libro “Superinteligencia, caminos, peligros, estrategias”
Frente al optimismo ingenuo de quienes ven en las máquinas pensantes la solución a todos nuestros problemas, Bostrom advierte que debemos tener cautela. O, dicho en sus propias palabras, dejar de comportarnos como “niños pequeños jugando con una bomba”. No es un anti-tecnólogo ni mucho menos, de hecho su confianza para el futuro de la humanidad está depositada en la ciencia, ni quiere demonizar las máquinas. Lo único sobre lo que alerta es que la capacidad tecnológica progresa mucho más rápidamente que nuestra sabiduría para utilizarlas y parece que solo tendremos una oportunidad para hacerlo bien.
Desde mi punto de vista, igual que ha sucedido con otras tecnologías multipropósito, la IA puede alcanzar el poder de provocar sufrimiento a la humanidad (igual que la tecnología nuclear) pero también tendrá la capacidad de prevenirlo.
La IA no es el único problema al que nos enfrentaremos, posiblemente, dentro de 40 años, a las amenazas naturales con las que convivimos inocentemente como asteroides, super-erupciones volcánicas o explosiones solares, tenemos que añadir las que nosotros mismos hemos creado: la guerra nuclear, el cambio climático y ahora, que no se nos olvide incluir, las pandemias.
La solución no es “Rage against the machine” sino “Race with the machine".
No estamos impotentes ante los riesgos, vengan de donde vengan, solo tenemos que reunir la voluntad colectiva para resolverlos y, de momento, persistimos gracias a la ciencia y la tecnología.
Sobre el tema te recomiendo el libro de un amigo, que aunque “viejo”, para los estandares de estos temas, sigue siendo vigente...
obstetra en hospital central fap
3 añosPara los que nacimos el siglo pasado talvez sea algo difícil aprender todo sobre la tecnología digital, hace poco cambie mi celular a otro más moderno, porque al parecer tienen un tiempo de vida ya establecido, pero nunca utilicé todas sus funciones y posiblemente con este nuevo celular me suceda lo mismo, la tecnología sigue cambiando hasta hacerse antigua y obsoleta en cierto grado pero nosotros los seres humanos seguimos aquí aprendiendo, amando, reproduciéndonos, enseñando creando innovando trascendiendo de una generación a la otra, transformando la tecnología para el bienestar de nosotros , debemos vigilar que esto continúe en forma saludable en bien de toda la humanidad. 🙂