Receta para una buena termografía

Creo que todos podemos coincidir en que la termografía es una poderosa herramienta de análisis, cada vez más demandada por empresas y profesionales de los ámbitos más dispares. Sin embargo, como todas las herramientas, tiene también sus limitaciones.

Algunas de esas limitaciones son de tipo técnico, derivadas tanto de la propia naturaleza de los infrarrojos como del grado de desarrollo técnológico alcanzado por las cámaras termográficas. Un buen termógrafo conoce estas limitaciones y sabe de antemano cuando un estudio termográfico va a resultar relevante y cuando, por el contrario, se van a obtener resultados algo más discretos.

Por ejemplo, un interesante trabajo (López, Gamaliel et al. 2014) demostraba hace algún tiempo las limitaciones de la termografía para localizar defectos en estructuras de madera, en función de sus características y la profundidad a la que se encontraran. Un termógrafo debe saber estas cosas para evitar prometer al cliente resultados que no se pueden alcanzar...

Otras limitaciones en los resultados de un estudio termográfico son, sin embargo, claramente derivadas de la falta de pericia técnica de la persona que toma las imágenes termográficas. Por desgracia, demasiado a menudo pueden verse ejemplos de termografías de mala calidad que (evidentemente) habrán dado lugar a unas conclusiones más que discutibles.

Así pues, estaremos todos de acuerdo en que un buen profesional con un equipo adecuado es lo que se necesita para un buen resultado pero... ¿y qué necesitamos para un excelente resultado?

Yo diría que para ello, además, se requiere que el termógrafo conozca aquello que está termografiando. Es por esto que un buen número de técnicos están muy especializados en campos concretos como la fotovoltaica, la inspección eléctrica o la edificación. Campos en los que además suelen ser expertos.

Y es que difícilmente se encuentra algo cuando no se sabe lo que se busca...

Por eso empresas como SGS destacan especialmente en técnicas como la termografía. Y es que en SGS contamos con la ventaja de aunar bajo el mismo paraguas a profesionales de campos tan dispares como la electricidad, la eficiencia energética o la edificación, lo que nos permite tanto detectar como interpretar. Todo un lujo y una evidente ventaja para alcanzar los mejores resultados.