Recuperación: Los días después al meteorito.
Ante las nuevas y desalentadoras noticias de la evolución económica que se prevé a corto plazo con efectos que pudieran extenderse hasta el mediano plazo (Banco de España) la idea de la transformación de los negocios toma mayor relevancia, ni menos que vital, porque puede ser la única manera de remontar el choque para alcanzar el nivel del Estado de Bienestar pre-confinamiento en un plazo de entre 12 a 18 meses.
Y es que la previsión considera además las asimetrías entre los distintos países, que para el caso de España extiende hasta a un horizonte de 3 años el punto de recuperación debido a las condiciones estructurales de su economía, y que es además otra razón de peso para resolver ya las cuestiones de adaptación del hacer negocios pendientes del país: internacionalización, cultura organizacional, teletrabajo, productividad, conciliación y no menos importante la cultura de contratación; para que las desescaladas asimétricas, que ya se están poniendo en marcha en Europa y que se prevén a lo interno en España, representen oportunidades de negocios y de fluidez de la actividad económica de las cuales echar mano para acortar el horizonte de la recuperación.
Reinventarse, verbo que se ha puesto de moda, en el descontexto del pequeño negocio que migra atropelladamente del brick-and-mortar al canal digital, o del trabajador que hoy asume la multitarea, es una idea que debe aterrizarse definitiva y decididamente en las organizaciones, no sólo en las del sector privado sino en las del sector público y de la sociedad civil para que el nuevo ecosistema y cultura de negocios no nos arrojen al registro fósil, especialmente si pertenecemos a aquellos sectores que como el turismo, adolecen de serios indicadores de vulnerabilidad y riesgo de extinción.
Reinventarse, o mejor dicho: Transformarse para una recuperación económica sustentable, productiva, digital e inclusiva.
¿Cómo transformarse bajo estas premisas ante la debilidad con que nos deja la postración?
La cuestión es simple y a la vez difícil. Enfocarse en la visión, incluso repensándola si fuera necesario. Para que los recursos limitados se pongan a disposición de la creación de valor directamente relacionado con el objeto de la organización, se consoliden relaciones más durables y sólidas con nuestras partes interesadas, y se sustente más firmemente nuestra cadena de valor. Una transformación orientada por la estrategia. Cambiar con un fin determinado, adaptando el rumbo con un destino claro.
Innovación, una fuente interesante de combustible para navegar al puerto de destino.
Transformarse para ser más competitivos en el marco del nuevo ecosistema y cultura de negocios nos exige echar mano no de recursos y estrategias paliativas, sino de planes de transformación, de innovación en la misión y de la hoja de ruta para alcanzar la visión de la organización.
Y es la innovación una fuente interesante de recursos económicos, creativos y estratégicos que hay que aprovechar para reemprender en el nuevo ciclo económico, con más garantías de éxito que la sola ayuda coyuntural asociada directamente a la pandemia del coronavirus.
Para el caso de España, me refiero a recursos que ya existían en partidas de las carteras de economía, innovación, investigación, comercio y turismo de las distintas administraciones, y que ofrecen como incentivo metodológico la obligación de replantearnos el modelo de negocio de cara al nuevo ecosistema y cultura económicos, considerando sostenibilidad, circularidad, resiliencia, valor agregado, ética, proyección, comunicación, versatilidad; en resumen sustentabilidad; y aquí recalco la diferencia entre la primera palabra y la última.
Esta transformación nos permitirá adaptarnos al nuevo ambiente, pero también atraer mejores compañeros de andadura, cuestión que comentaré en una próxima reflexión.
Pensar en cómo se estructura nuestro modelo de negocio de cara al nuevo ambiente económico para aumentar nuestras fortalezas.
Un primer paso y ejercicio interesante puede ser para muchos el pensar en cómo se estructura su modelo de negocio, detectando las vulnerabilidades de cara al nuevo ambiente económico. Este es un ejercicio que nos puede permitir además identificar aquellos procesos que podemos mejorar, en los que podríamos innovar, y de los que debiéramos prescindir para aumentar nuestras fortalezas. Quizás, nos obligue a pensar en cuál es nuestro objetivo y verificar si nuestros proyectos e inversiones, tanto los recientes como los que están en proyecto, realmente aportaban a esa posición que teníamos y aportan ahora a la que necesitamos ante el nuevo escenario. En fin, un ejercicio de estrategia.
En esto la economía es como la ecología, sobreviven aquellos que se adaptan a y adoptan los cambios del ambiente. Que el meteorito de Wuhan no te deje como a los dinosaurios.
Si estos temas te laten o te generan curiosidad, te invito a dejar un comentario. Y si crees que le pueda servir a alguien más, compárteselo. Tener discusiones amenas sobre temas interesantes para esbozar soluciones o descifrar sistemas es uno de mis entretenimientos, y cada caso es un rompecabezas interesante que armar.
Sustentabilidad y Estrategia es una temática que pretendo desarrollar en mi tesis doctoral en Ciencias Económicas. Ayudar en el desarrollo de organizaciones sustentables mi principal pasatiempo.
Granada, 20 de abril de 2020.
Imágenes: Autor (portada), memegenerator.es (incrustada)