El Valor Compartido Empresarial como Ponderador de la Economía Costarricense

La crisis por la pandemia del Covid-19 en el mundo ha obligado a realizar cambios sustantivos en la sociedad; la forma en que nos comunicamos, nos desplazamos, trabajamos, hacemos deporte e incluso visitamos a nuestros familiares. Todo esto involucra una economía que necesita reinventarse y ser dinámica para seguir a flote en un mercado que necesitará atender diversas necesidades , destacando las sanitarias y del empleo, pero también dentro de las más importantes la social.

En Costa Rica diferentes proyecciones muestran que una vez termine la crisis, tendremos índices nunca antes vistos en tiempos recientes en cuanto al desempleo, informalidad, desigualdad , marginalidad, pobreza entre otros no menos importantes. Abonado a que desde previo a la situación sanitaria el país arrastraba ya una crisis fiscal, golpeando a los distintos sectores de la economía y que el coronavirus vino a dar una estocada final que ubica al país al borde la de recesión. El índice de progreso social a setiembre 2019 nos designó valores medios en su tarjeta de puntuación en casi en todas las áreas evaluadas, lo que respalda la vulnerabilidad de la población ante la volatilidad económica.

Es por la relevancia que poseen en el ejercicio de la re activación en la generación de empleo, que las empresas nacionales(entiéndase sector privado) deben jugar un papel preponderante, y especialmente en la atención de las necesidades sociales.

Michael Porter, Líder En Estrategia de Negocios y profesor de la Escuela de Negocios de Harvard ( HBS por sus siglas en inglés) destaca el “ Valor Compartido” como “una estrategia de ventaja competitiva para las compañías”. El mismo responde a la atención directa de la problemática social y a su vez como factor generador de rentabilidad para la empresa. En resumen es dedicar esfuerzos y estrategias de mercado en la solución de las necesidades de la población dentro de la localidad-cantón-provincia dónde opera. Cabe resaltar no es similar a los programas de responsabilidad social que existen en la actualidad y que su fin es contrarrestar el daño de éstas en las comunidades.

Como se indicó corresponde a una estrategia competitiva, dónde los directivos tomarán decisiones que generen un impacto positivo en la población y que al mismo tiempo propicien utilidades. “Es cambiar la visión. Es encontrar oportunidades de negocio”.

El llevar a cabo una estrategia de “ Valor Compartido” generará de nuevo confianza pública en el sector privado, obteniendo para sí una mejora en su ventaja competitiva y aumentando su rentabilidad, a la vez que se promueven condiciones sociales y económicas en las comunidades .

Se convierte en una oportunidad de mercado para los emprendedores, los nuevos o los que se reinventan. Con la colaboración del Gobierno y otros participantes las empresas tienen la facultad real de lograr el cambio en los problemas sociales que se avecinan.