Reducir personal: ¿Solución ante la crisis?

Inicio la semana con un toque gerencial, donde los quiero llamar a reflexión respecto a ciertas decisiones que se toman en las empresas o negocios sin considerar el microentorno como algo fundamental para escuchar.

¿Dogmatismo o egocentrismo? Bueno, de estas opciones es casi imposible no elegir alguna.

Si lo vemos con ojo situacional, analicemos desde que llega el empleado a formar parte del staff de trabajo, hasta el momento donde deciden prescindir de sus servicios. Típico que para el proceso de captación todo es una maravilla: "Eres necesario, eres el perfil que buscamos, ERES QUIEN SABE"; "piropos" que muchísimas veces son para elogiar delegando luego funciones disfuncionales, cuando probablemente ni siquiera recursos humanos (no todos) conocen el alcance de tal vacante. En el momento que sale de la empresa es algo más como: "Eres muy bueno pero...", "nos gustaría hacer con tu área tal cosa y no podemos tenerte", o simplemente "no has dado los resultados esperados".

Entonces la cosa va de no valorar cuánta disposición para aprender, cuánta entrega o adaptación haya tenido este personaje en este nuevo entorno, sino que lo invitan a NO participar en próximas ideas o actividades porque simplemente para "alguien" no funciona igual.

Evaluando ahora la posición de quienes despiden al personal, se creería que desde su alto rango las decisiones futuras permitirán la reestructuración no solo de ese vacío sino de otra parte del circuito empresarial, pero no es así. Por el contrario, lo que en principio se cree que es una baja suma con el corto tiempo nuevas bajas que degradan el negocio, la marca...o al equipo. Es como un juego de dominó, sacas y sacas piezas donde por pensar en ahorrarte un salario recargas con tales responsabilidades a otros y es justo ahí donde además de la baja complicas el flujo diario.

La reducción de personal no es algo que debe estandarizarse, ni justificarse ante momentos de crisis como una decisión "porque le haya servido a otras empresas". Por consiguiente, lo recomendable es considerar la personalización de perfiles que si bien llega a ser más costoso, se forma un nuevo mercado paulatinamente, donde cada persona vale lo que aporta y cada negocio respira con cada solución adaptada a sus necesidades reales y objetivos de negocio. No es lo mismo pegarle una etiqueta en la frente a las PERSONAS con determinado cargo acompañada de un precio cual burdo paquete, a ver su valor.

Todos hemos sido víctimas de un "gerente" impulsivo, y hemos sido impulsivos creyéndonos los mejores gerentes, pero te dejo esta pregunta: ¿Seguirás siendo ese "gerente" o empezarás a reflexionar y accionar conmigo?