Refinanciar una vivienda no impide su deducción en la Renta

Las hipotecas están por las nubes. Un panorama nunca visto desde la crisis de 2018 que, como en toda situación de inestabilidad, no se sabe hacia dónde ni cuándo acabará. Si bien es preocupante la evolución del mercado hipotecario, no lo es menos el comportamiento de aquellos que contrataron una hipoteca variable hace unos años y que ahora tienen miedo a que venga el lobo. En un plazo inferior a cinco meses, todos los créditos de este tipo habrán sufrido la revisión de tipos. El euríbor sigue su escalada y, para mediados de año, los expertos aseguran que el indicador puede rondar el 4%, una verdadera locura.

Esta revisión de tipos no solo provocará un encarecimiento del crédito (sí, otra subida más), sino también un incremento más que notable de intereses que los financiados sufrirán al realizar la amortización del préstamo. ¿Cuánto se encarecerá la cuota? Dependiendo del importe que se haya solicitado y del plazo que se haya elegido para devolverlo. Poniendo como ejemplo la hipoteca media en España que propone el INE, alrededor de 165.000 euros y 24 años, unos 200 euros más al mes en solo 12 meses y que irá a más. Ante esta situación, los consumidores huyen despavoridos a los bancos a buscar una alternativa que está relacionada con una novación, subrogación y cancelación de la hipoteca en vigor para constituir una nueva. Sin embargo, ¿cuáles son las consecuencias fiscales?

Deducción por refinanciar la hipoteca

Preocupa, y mucho, el 'sablazo' de Hacienda al renegociar las condiciones de una hipoteca. Según publica Idealista, tributos ya ha dado el visto bueno a la novación, subrogación o constitución de un nuevo crédito para mantener un inmueble no afecte a la deducción fiscal. Eso sí, siempre que la financiación esté destinada a la vivienda habitual y no a una segunda residencia y que case con la amortización de la deuda anterior. Además, no importa si se ha conseguido de forma propia o ajena, así como si se han necesitado uno o varios préstamos.

Por lo tanto, no se entiende como que el hipotecado ha amortizado el crédito, sino como una continuidad y una modificación de la financiación que coincide a la perfección con la fecha de constitución del crédito nuevo. De no ser así, no se aplicará tal deducción y la persona titular de la hipoteca estará obligada a reflejarlo así en la Declaración de la Renta.

Cuidado con ampliar el préstamo

No todo vale para acogerse a esta deducción. Cuidado con aprovechar la modificación para ampliar el capital del préstamo. Esta ventaja fiscal solo se aplicará a la cantidad que corresponda con el crédito anterior, dejando fuera la diferencia entre ambos si se destina a otros fines diferentes a la propia vivienda. Además, no podrán acogerse aquellos que hayan comprado una vivienda después del 1 de enero de 2013. ¿Existe límite? Sí. De acuerdo con la disposición transitoria 18ª de la Ley 35/2006 del IRPF, la cantidad deducible no podrá superar los 9.040 euros al año.

De acuerdo con los datos publicados por el INE, el número de hipotecas que sufrieron cambios en sus condiciones durante el mes de octubre (última actualización) se situó en 10.198. Relacionado con este aspecto, cabe recordar que, desde 2019, la persona con este tipo de créditos solo está obligado a hacer frente al gasto relacionado con la tasación de la vivienda. El resto corren a cargo de la entidad bancaria. Por lo tanto, aunque es imposible evitar la subida de la cuota, fijar la hipoteca durante unos años es una alternativa para esquivar cualquier variación del euríbor y que repercute directamente en nuestra capacidad financiera.