Reflexión sobre: “Ha vuelto a entrar la Biblia al palacio, nunca más volverá la Pachamama” y su relación con la forma de pensar nuestros territorios.
“Ha vuelto a entrar la Biblia al palacio. Nunca más volverá la Pachamama”; el contexto de esta frase con tanto significado se dio en el marco de la irrupción de "El macho" y otros ciudadanos en la vieja casa de gobierno en la ciudad de La Paz, Bolivia, luego de que el presidente constitucional Evo Morales anunciara públicamente su renuncia. "Ingresaron con una carta de renuncia que exigía que firmara el mandatario, una Biblia y la bandera de Bolivia"; dice el periódico.
América, nuestra Abya Yala, territorio de conquista desde hace más de 500 años, desde que Cristobal Colon se topara con estas tierras en su empresa de encontrar nuevas rutas de comercio para la corona española, se encuentra hoy, terminando la segunda década del Siglo XIX con una frase que se parece mucho a aquellas palabras que sostuvieran los "conquistadores", que con la buena intención proclamada de evangelizar el "nuevo mundo" ( que de nuevo no tenia nada), se permitieron uno de los genocidios mas grandes de la humanidad.
Ahora, desde mi lugar de Arquitecta, estudiante de Postgrado en Planificación Territorial, Latinoamericana, universitaria gracias a la Universidad Pública de mi país, encuentro en esta frase y en los terribles hechos de violencia ocurridos en el Continente, una responsabilidad inherente de toda la sociedad: continuamos encubriendo el colonialismo incluso desde los recintos de nuestras prestigiosas Universidades.
Seguimos transmitiendo el conocimiento que nos ha impuesto el poder: el pensamiento moderno, ocultando el lado oscuro de esta "modernidad" que es el colonialismo. Sigue siendo más popular en los recintos universitarios el pensamiento eurocentrista que aquellos que plantean otras epistemológias posibles.
Nos estamos perdiendo la mitad de la historia, y estamos siendo cómplices de que frases como estas sean validadas socialmente. Seguimos buscando soluciones a nuestros problemas modernos; ( la búsqueda de la libertad, igualdad, fraternidad) en base a un pensamiento moderno que ya ha demostrado que no nos lleva a la obtención de resultados satisfactorios.
En el ámbito de nuestras ciudades, por ejemplo, la desigualdad, la migración de las regiones interiores a las capitales, la periferia, la pobreza urbana, son parte de estos problemas modernos en nuestro continente; sin embargo a la hora de estudiarlos, de pensarlos, analizarlos y buscar soluciones, recurrimos otra vez, al pensamiento moderno.
La pachamama es la tierra, es decir, para nosotros los y las Urbanistas: un territorio, sin embargo en nuestros estudios de las ciudades damos por hecho que la historia comenzó en el Siglo XVIII o, con suerte, en el Siglo XVI, en el caso de las más antiguas del Continente.
No indagamos en como las poblaciones antes de ser exterminadas o reducidas a campamentos habitaban su territorio, es más, es difícil encontrar un estudio geológico en planes de intervención urbana; no conocemos la tierra que poblamos, al punto de que difícilmente en un plano encontremos representada alguna curva de nivel, estos estudios y gráficas se dan exclusivamente en zonas de montañas, pero es dificil encontrar en planos de "la llanura" curvas de nivel, cuencas de desagües, recorridos de los ríos y sus variaciones (porque los ríos de llanura varían sus recorridos y caudales).
La ubicación de algunas de nuestras ciudades de llanura son desastrosas, fundadas como ciudades de paso, como centros desde los cuales administrar la extracción y saqueo, los conquistadores no estaban pensando en vivir en ellas, sino en tener un punto desde el cual comerciar los recursos de las nuevas colonias, o como mucho un centro político que defendiera su derecho de tenencia sobre las nuevas tierras.
La planificación, las intervenciones guiadas por el pensamiento moderno que hemos realizado repiten la historia, con poco conocimiento de la Pachamama que habitamos entubamos arroyos, construimos en zonas bajas, seguimos fortaleciendo tramas urbanas y rutas de circulación para el comercio exterior.
Poco podremos hacer para encontrar soluciones a los problemas particulares de las ciudades de nuestro continente (que son muy diferentes a los problemas de las ciudades del continente europeo) si seguimos pensando bajo el paradigma de la "modernidad".
Es urgente el desarrollo de un pensamiento propio y de su difusión, porque en los centros de producción de saberes no podemos ser cómplices de la imposición del pensamiento por parte del más poderoso, tenemos la obligación del cambio de paradigma, de un saber propio que rescate la cultura de nuestro continente, y nos obligue a pensar un mundo diferente al que pensaron los conquistadores que vieron (y ven) en nuestra tierra un centro de extracción de recursos naturales.
Hasta que no hagamos este cambio, seguiremos encubriendo el fatídico destino de nuestro territorio como lugar de extracción de recursos naturales y comercio y no lugar para la vida, y por consecuencia dando legitimidad a "la Biblia" en detrimento de "la Pachamama", o dicho de otra manera: avalando "la Civilización" y condenando "la Barbarie"; olvidando que la Barbarie es la mismisima y prodigiosa Naturaleza de nuestro continente, la vida misma, que vista desde los anteojos de la "Civilización" no encuentra en ella otro sentido que el de ser un recurso para la producción en masa.
Geógrafo. Posgrado en Gestión Ambiental. Analista Senior GIS y BDE en Área Ambiental-Represas Patagonia
5 añosme gustó mucho tu nota!