Reflexiones sobre el Cambio - Parte 8: Las Oportunidades que Trae Abrirse al Cambio
La vida nos coloca constantemente en situaciones que exigen abrirnos al cambio, y aunque muchas veces tememos enfrentarlo, el cambio tiene el potencial de ofrecernos algo nuevo, algo mejor. Al aferrarnos a lo conocido, es fácil perder de vista las oportunidades que pueden surgir cuando nos permitimos experimentar un cambio verdadero. Mi propia experiencia personal me enseñó lo que significa dar ese salto, incluso cuando hacerlo desafía nuestras propias expectativas y las de quienes nos rodean.
Recuerdo que, cuando era joven, comencé mis estudios universitarios en Medicina. Dedicarme a esta vocación me pareció una decisión sólida, y le entregué dos años y medio de mi vida a esa meta. Sin embargo, a pesar de mis esfuerzos y el prestigio que conllevaba, sentía un vacío, una falta de realización. La presión era considerable, y aunque podría haberme forzado a continuar, tomé la decisión de enfrentar el cambio, arriesgándome a un nuevo camino. Decidí hablar con mis padres y explicarles que Medicina no era lo que realmente me llenaba. Este proceso no fue fácil; implicaba desafiar el temor al "qué dirán", tanto de ellos como de los demás. Sin embargo, sabía que el cambio era necesario para encontrar una carrera que realmente me apasionara y me hiciera feliz.
Ese fue el momento en que me dirigí a la Comunicación Gráfica Publicitaria. Cambié de rumbo y encontré un lugar donde verdaderamente florecí, desde obtener una beca de excelencia en mi primer semestre hasta ganar una mención de honor por mi proyecto de grado. Fue una experiencia transformadora, y aunque el miedo inicial fue real, el beneficio de abrazar el cambio fue mucho mayor. Hoy, después de casi veinte años en esta profesión, puedo decir que fue una de las mejores decisiones de mi vida. Me permitió vivir mi carrera con pasión y satisfacción, algo que jamás hubiera logrado si hubiera permanecido donde no me sentía pleno.
Este aprendizaje también aplica a nuestras relaciones personales. Muchas veces nos mantenemos en vínculos que ya no nos benefician por temor al cambio o a la soledad, temiendo enfrentar la realidad de que una relación tóxica nos impide crecer. Al resistirnos a tomar esa decisión y abrirnos a algo diferente, a veces bloqueamos la oportunidad de encontrar algo que realmente nos haga felices. Al igual que en la búsqueda de un compañero o compañera, es natural desear lo positivo que nos dieron experiencias anteriores, pero cuando nos abrimos a nuevas relaciones con la mentalidad de encontrar algo diferente, algo que realmente nos aporte, es cuando permitimos que el cambio cumpla su propósito de llevarnos a una vida más plena.
Incluso cuando perdemos a alguien a quien amamos profundamente, como me sucedió con Paola, abrirnos a nuevas experiencias no significa reemplazar a esa persona. Paola fue y siempre será parte de mí de una forma especial, pero la decisión de abrirme a nuevas oportunidades de amor no implica buscar una copia de lo que ella fue. Entiendo que una nueva relación implica una experiencia única, algo que no tiene que ver con aferrarse al pasado sino con construir algo que me dé felicidad de una manera distinta.
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Este aprendizaje personal se refleja también en el ámbito organizacional, donde el temor al cambio puede llevarnos a buscar que las transformaciones, por ejemplo las transformaciones digitales o los nuevos sistemas repliquen exactamente el mismo funcionamiento de los anteriores. Sin embargo, cuando limitamos una transformación a una simple sustitución, nos privamos de los beneficios reales que podría aportar. El cambio organizacional debería ir más allá de la sustitución de sistemas y centrarse en la creación de nuevas maneras de trabajar, de optimizar procesos, de ganar competitividad y de mejorar el ambiente de trabajo. En el área de Digital Change Management que lidero, este es uno de nuestros objetivos principales: acompañar a los colaboradores en el proceso de adaptación, ayudándolos a ver que los cambios no están destinados a mantener todo igual, sino a generar un impacto positivo y significativo.
En el contexto organizacional, la resistencia al cambio puede ser un gran obstáculo, especialmente cuando se introduce un sistema, una reestructuración o una nueva estrategia de negocio. A menudo, las personas se sienten cómodas con sus rutinas y dudan de los beneficios que una transformación podría traer. Para afrontar esta resistencia, es esencial ofrecer una visión clara del propósito del cambio y cómo este contribuirá no solo al éxito de la organización, sino también al crecimiento y bienestar de cada individuo. Cambios organizacionales como los de tecnología, cultura, procesos, estructura o estrategias de liderazgo también representan oportunidades para fortalecer la identidad colectiva y promover un ambiente de colaboración y mejora continua.
Existen estrategias específicas para reducir el temor que se genera en estos procesos de cambio. Una de ellas es promover espacios seguros de diálogo y expresión donde los colaboradores puedan compartir sus inquietudes y expectativas. Escuchar sus perspectivas y abordar sus preocupaciones con transparencia genera confianza y permite que las personas se sientan valoradas e incluidas en la transformación. Además, brindar capacitación y recursos para facilitar la adaptación ayuda a reducir las barreras emocionales y operativas al cambio.
La resistencia a los cambios en el entorno laboral muchas veces nace del temor a perder lo familiar, a renunciar a ciertas formas de trabajar y, en ocasiones, a la incomodidad de aprender nuevas habilidades. Sin embargo, cuando decidimos abrirnos a estas transformaciones, surgen oportunidades de mejora, de aprendizaje y de crecimiento que antes parecían lejanas. En Lean Solutions Group , por ejemplo, los proyectos de transformación digital no solo buscan modernizar la tecnología; nuestro propósito es que estos cambios generen valor real, tanto para la empresa como para las personas que la conforman. Invitar a los colaboradores a experimentar estas oportunidades y a ver los cambios como posibilidades de crecimiento y no solo como ajustes operativos es fundamental.
Aceptar el cambio implica comprender que la verdadera transformación exige renuncias y la disposición de enfrentar la incertidumbre. Al abrirnos al cambio, nos damos la oportunidad de descubrir un potencial que, muchas veces, supera lo que podíamos imaginar.
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1 mesDavid, un abrazo grande, quiero contarte que en este momento precisamente tengo un nuevo desafío con un nuevo equipo de trabajo que los productos que desarrollan son para clientes internos y tiene mucho desafío porque toca sincronizar demasiadas personas que cada uno quiere que solo se construya a su favor, pero gracias a este mensaje me uno a la posibilidad del cambio del aprendizaje de cosas nuevas que me aportarán de manera positiva a mi vida y mi entorno laboral.