Relaciones Conflictivas.
Dado que los seres humanos somos seres sociales por naturaleza, las relaciones que se establecen en nuestro núcleo familiar son el ecosistema primario para la construcción de ellas en nuestro entorno próximo. La calidad de estas relaciones determinarán el grado de armonía de nuestro círculo social y luego de nuestra sociedad.
Todo comienza en la concepción. Sugieren antiguas enseñanzas que el grado de madurez físico, emocional e intelectual de nuestros padres, su estado de salud, así como su estado anímico, o por llamarlo de otra manera, su grado evolutivo en el momento de nuestra concepción. Transmitirán entonces, un patrón genético que marcará el desarrollo de nuestro cuerpo y por supuesto nuestro cerebro, el procesador de los péptidos, neurotransmisores y hormonas. En un proceso de su desarrollo embrionario llamado aromatización, el cerebro “inclina” la carga hormonal en nuestro sistema endocrino, el regulador entre ortos procesos, de algunos aspectos de nuestro comportamiento. Esta aromatización más la carga genética heredada conformaría el 50% de nuestra conducta social. El otro 50% se va estructurando por las respuestas a los estímulos externos en la interacción con nuestro entorno como nuestro núcleo familiar, el clima, la geografía y las reglas sociales del lugar que habitamos, desde el momento de nuestro nacimiento hasta el final de la adolescencia. Con esta configuración psicológica el individuo entablará relaciones con quienes perciba ciertas similitudes. Estas serán armoniosas o disfuncionales, de acuerdo a esa estructura.
Se ha sugerido en estudios muy serios, que las personas con relaciones armoniosas son emocionalmente estables, más sanas y más productivas. Por el contrario, los individuos formados dentro de entornos disfuncionales, entablan relaciones conflictivas y hasta destructivas. Este tipo de relaciones conllevan con el tiempo a enfermedades crónicas diversas como por ejemplo la artritis o artrosis, debido a las actitudes rígidas e intransigentes, afecciones renales por conflictos familiares constantes, anomalías cardíacas por sentimientos de abandono físico o emocional, cáncer de estómago, por soportar situaciones indeseables para ellos por demasiado tiempo, cáncer de garganta por sufrir en silencio y no atreverse a manifestar su inconformidad o molestia, etc. Cada enfermedad tendrá su origen en un tipo específico de relación, según se afirma desde la antigüedad.
Estadísticamente la mayoría de las personas desarrollan relaciones disfuncionales en las que no aceptan su rol co-protagónico, endosando la responsabilidad o la culpa a la otra parte en conflicto. Es frecuente que estas personas, al pasar del tiempo se encuentren atrapadas en patrones afectivos frustrantes que los paralizan a un nivel profundo. Nada mas estresante y desmotivador que tener que soportar los conflictos constantes con las personas que nos rodean. Llegar al trabajo cada día y tener una discusión o riñas frecuentes con un superior, o tener que soportar a ese compañero de trabajo que nos cae tan pesado e insoportable, mantener conflictos familiares eternos, relaciones de pareja absorbentes, abusivas o dependientes, matrimonios que nos anulan como persona, etc. Relaciones que a la larga nos deterioran tanto física como psicológicamente.
Alguna vez nos hemos sometido a terapia psicológica, terapias de pareja u otra, y quizás hemos mejorado en alguna medida, pero con el paso del tiempo volvemos a caer en las mismas situaciones. Es decir los conflictos han mutado a otras circunstancias pero en esencia siguen siendo los mismos y los seguimos llevando con nosotros. Es porque viven ocultos en nuestro interior.
La Numerología Cognitiva te ayuda a encontrar estos mecanismos ocultos en tu personalidad, descubre el origen subyacente de estas tendencias, te conduce por un camino certero de descubrimiento de tu sombra; el rasgo de tu personalidad que más te sabotea y más difícil de cambiar. Pone sobre el tapete las áreas defectuosas que activan comportamientos o respuestas negativas a determinados estímulos. Pero lo más interesante es que nos evidencia la forma más eficaz de equilibrar las áreas afectadas de nuestra personalidad y nos ayuda a reorientar nuestra vida hacia el logro de nuestras metas sociales y profesionales. Nos enrumba hacia un camino de vida más llevadero y armonioso.
Si estás en una relación disfuncional recurrente, consúltanos, no te sigas deteriorando. Con nuestro entrenamiento, podemos ayudarte a superarte y a obtener lo mejor de ti. Tu recuperación definitiva depende de ti.
Y recuerda: “A partir de hoy trata a todos como si fuera su último día. Dales atención, amabilidad y entendimiento, tu vida nunca será la misma.” Og Mandino.
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