Relajación a través de los sentidos
Milagros Olivera
Global DEI & Well-being Manager at Globant - Counselor - Director of Posgraduate Programs
En un mundo estimulado por imágenes, sonidos, texturas e infinitas opciones para todo, nuestros sentidos parecen colmados.
Bienvenido sea si sabemos disfrutarlo, si nos ayuda a vivir más plenamente. Sin embargo, parece que nos saturamos, que esta hiper-estimulación nos puede hacer sentir más “vacío” y más vacíos, y no nos permite encontrar la relajación.
Los colores empiezan a parecernos todos iguales: demasiado intensos, brillantes y penetrantes. ¡Cuántas veces no podemos elegir entre opciones sencillas de tonos! Buscamos la respuesta a qué conviene o qué está de moda pero, ¿qué nos transmiten nuestros sentidos? ¿Qué nos pasa con cada uno de los estímulos visuales que tenemos? ¿Nos irrita el rojo, nos da paz el azul, el verde nos libera?
¿Cuántas veces buscaste un espacio verde para descansar o miraste el cielo para encontrar un pedazo de celeste que te transmita alivio?
¿Es verdad que los días grises son feos? ¿Así los sentís? ¿Qué te dice tu corazón cuando llueve? ¿Te detuviste hoy a disfrutar el amarillo de este sol intenso que te despertó?
Llega la temporada de vacaciones y nos apuramos por llenar la agenda de viajes y planes. Finalmente elegimos la playa y pensamos en todo lo que tendremos que llevar. ¿Y si fuéramos solo con nuestros sentidos activos y sensibles al azul del mar, al aroma de la sal, a la música de las olas y al calor del sol? ¿Qué pasaría si reconectados con nuestro cuerpo, respirásemos hondo frente a estos estímulos simples y puros?.
No te alejes de tus sentidos. No te alejes de tu cuerpo, que te permite sentirlos. No le pongas solo cabeza a tu día.
Deja que tus manos te transmitan las temperaturas, las texturas. Que tus ojos reciban los colores, los brillos; que tu nariz te transmita los aromas y tus oídos se sensibilicen frente a la música, pero también a las risas y los llantos. Permítele a tu boca sentir el calor, la dulzura y los sabores. Y deja que tu cuerpo se conecte con todo lo que cada estímulo te transmite, autorízalo a sentir sin pensar, permítele experimentar… Permítete relajar.