RELIGIÓN Y MUJER: LA INFLUENCIA DE LA RELIGIÓN EN LA SUMISIÓN DE LA MUJER
MENSAJE NÚMERO 8. EL FEMINISMO MODERNO (Tercera fase)
También llamada de sufragismo, la que ocurre al final del siglo XIX y buena parte del XX. El principal objetivo de este movimiento feminista, fue el de reconocimiento político, traducido inicialmente en la forma del derecho al sufragio.
Es interesante comentar el hecho de que las mujeres, viéndose imposibilitadas de actuar políticamente por prohibición legal, decidieron unir sus limitaciones en forma interclasista, pues tanto las mujeres de las familias proletarias y de las burguesas, se encontraban enclaustradas dentro de las cuatro paredes sea de un palacio o de un tugurio.
En este contexto, el capitalismo, que tantos males ha producido en el desarrollo de la historia humana, ayudó en esto a las mujeres, que comenzaron a trabajar como proletarias, sustituyendo los hombres, en determinados trabajos, ya que en ellos eran mano de obra más barata y más sumisa. Uniéndose políticamente y obteniendo el derecho al sufragio, tendrían mejores condiciones para luchar por una vida mejor
En Estados Unidos, el movimiento sufragista femenino estuvo relacionado con el abolicionismo, ya que en cierto modo, ellas también se sentían sujetas a otro tipo de esclavitud, la masculina. En 1848 en Nueva York se aprobó la famosa Declaración de Seneca Falls, uno de los textos más significativos del sufragismo femenino. Sin embargo, acabada la guerra civil de la Secesión (1865-70), que acabó concediendo libertad a los negros esclavos, éstos, liberados, ganaron el derecho a votar, pero no las mujeres.
Sólo en 1920, gracias a la Enmienda 19 de la Constitución de la nación norteamericana, se les reconoció el derecho al voto, eliminando así la discriminación de sexo.
En Inglaterra, las sufragistas crean la Unión Política y Social, dirigida por Emmiliane Pankchurst, que llegó a organizar acciones de sabotaje y violencia. Fueron duramente reprimidas, encarceladas las dirigentes y declaradas ilegales, pero la Primer Guerra Mundial (1914-18), provocó un vuelco inesperado, al concedérseles amnistía, porque el gobierno las precisaba para sustituir en la producción, a los hombres que estaban en el frente de batalla.
En América Latina, las mujeres comenzaron a adquirir un rol relevante en la escena política. El caso más notorio fue el de Eva Perón, esposa del Presidente de la Argentina, General Domingo Perón,, quien en 1947 promulgó la ley de los derechos políticos de la Mujer.
Al final de la segunda guerra mundial (1945) las mujeres consiguen el derecho a votar en casi todos los países del mundo, pero eso lleva, aunque parezca paradojal, a un reflujo de las luchas femeninas, durante cierto tiempo, hasta que llegamos a la cuarta fase, que comentaremos después.
Los primeros países que autorizan el voto femenino son los siguientes.
En el mundo:
Nueva Zelandia (1893), Finlandia (1906), Australia (1912), Finlandia (1906), Noruega (1913), Dinamarca (1915), Polonia (1918), Georgia (1918), Rusia (1919), Islandia (1919)
En América;
Estados Unidos (1920), Ecuador (1929), Uruguay (1932), Cuba (1934), República Dominicana (1942), Jamaica (1944), Guatemala (1945), Panamá (1945), Trinidad y Tobago (1946), Argentina (1947). Brasil, sólo en 1961, en el gobierno de Juscelino Kubitschek,
De alguna forma, paralelamente a la aparición del sufragismo, se desarrolló en el siglo XIX, un nuevo movimiento social, que reclamaba de la explotación capitalista sobre el proletariado, que de una forma genérica, puede ser clasificada de socialismo. A los teóricos iniciales (Saint Simon, Fourier, Owen), se sumaron otros, siendo que este movimiento tomó forma más intelectualizada cuando Marx y Engels, publicaron en 1848, el famoso Manifiesto Comunista.
Esa corriente, que pasó a llamarse marxismo, articuló la llamada “Cuestión femenina” acerca del origen de la explotación de las mujeres, así como una nueva estrategia para su emancipación, asunto ampliamente discutido en su libro titulado “Teoría general de la Historia”
Una corriente paralela, pero con notable diferencia de los comunistas ortodoxos, fue la del comunismo libertario, más conocidos como anarquismo, donde sobresalieron primero Bakunin y después Kropotkin.
Otros movimientos sociales agitaron Europa en aquella época, con énfasis en Francia, donde hubo tres procesos revolucionarios: la Revolución de 1830, la Revolución de 1850 y la Comuna de París en 1871,
La fuerza de la burguesía aliada a la nobleza, acabó derrotando estos movimientos, los cuales, sin embargo, sobrevivieron con la creación de las Internacionales Socialistas,
Estas internacionales fueron cuatro, cada una de las cuales tuvieron sus Congresos. En ellos, había mucha discusión entre las tendencias marxistas y anarquistas, así como también tenían dificultades en reunirse, ya que eran generalmente reprimidos.
Las cuatro Internacionales, se reunieron por primera vez, en los años y ciudades que se enumeran a continuación.
== Primera Internacional en Londres (1862)
== Segunda Internacional en el centenario de la Revolución Francesa, en París (1889)
== Tercera Internacional en Moscú (1919), donde se vivió la apoteosis del marxismo, que dos años antes había destronado a los Zares de la “Santa” Rusia.
== Cuarta Internacional, fue organizada por Trotsky y realizada en México, donde estaba exiliado, en 1939, Esa Internacional no podía ser considerada en cuanto a peso político como las anteriores, pues la Unión Soviética no participó, dado que Trotsky había escapado de Rusia muchos años antes, por disidencias insuperables con el sucesor de Lenin, Josef Stalin.
En 1940, Stalin mandó a asesinar a Trotsky, refugiado en México, y a partir de ahí, las Internacionales, con la explosión de la segunda guerra mundial (1939-1945), acabaron siendo abandonadas.
La Quinta Internacional está más lejos que nunca, ya que no vemos posibilidad de realizarla con efectividad, mientras el socialismo mundial no aborde los problemas sociales bajo el ángulo del enfoque holístico sobre ellos.
Más detalles sobre movimientos revolucionarios de la época, pueden ser consultados en Bonilla (1, y en lo relativo a enfoque holístico en Bonilla (2)
Proporcionadas estas informaciones debemos volver al tema principal de este texto: “el feminismo”. Este movimiento, que apoyaba la incorporación de las mujeres a la política, no fue generalizado ni uniforme, ya que tuvo considerables antagonismos por parte de la dirigencia marxista, así como oriundos de diferentes enfoques sobre el mismo, que tenían las mujeres burguesas y las mujeres proletarias.
En lo que tiene que ver con los hombres, algunos argumentos, aparentemente poderosos, se esgrimían al respecto, muchos de los cuales, parecían adecuados, pero que en general no eran otra cosa, que argumentos lógicos para una sociedad machista, pero no para la sociedad igualitaria que se quería construir.
Entre varios argumentos, sobresalían algunos, como el que se refería a que el hombre debería proteger a la mujer, evitando que ella fuera explotada por la clase capitalista, así como argumentos relativos a que la libertad femenina llevaba a un elevado índice de abortos y mortalidad infantil.
Pero la fuerza argumental estaba más concentrada en otro asunto más importante y tenía que ver con el desempleo masculino, resultante de que a la mujer se le pagaba menos, por lo que a no ser los trabajos que exigían una considerable fuerza física, ellas eran preferidas por los dueños de las fábricas,
Por otro lado, las mujeres más educadas o con mejores condiciones económicas, las “burguesas” tenían objetivos diferentes, muchas veces centrados en temas como libertad sexual y asuntos correlatos. Ya las proletarias, estaban preocupadas, básicamente, con salarios, cuidado de los hijos y cosas de la vida cotidiana. De cualquier forma, unas y otras, procuraban el mismo objetivo: ser reconocidas como seres humanos con los mismos derechos que los hombres, en lugar de estar bajo su dependencia como ocurría en aquella época (y continúa ocurriendo, a pesar de que creemos, se ha avanzado bastante, pero seguramente, no lo suficiente).
Todo esto, hacía muy difícil consolidar un frente común igualitario.
Algunas figuras femeninas, descollaron en la época, debido a su lucha infatigable, en pos de la igualdad. Una de ellas, se llamaba Aleksandra Kolontái (1872-1952), Nacida en Rusia, era marxista, Ella relata en sus memorias, algunas estrategias para mantener la lucha, estando en clandestinidad. Por ejemplo, en 1908, nueve años antes que estallara la Revolución Rusa, tuvo lugar en San Petersburgo un Congreso convocado por las feministas “burguesas”, del que no pudo participar, porque pesaba una orden de detención sobre ella. Pero igualmente ella preparó el material para la exposición de las proletarias, que se refería, no a la mujer en general, y sí a la problemática específica de la mujer trabajadora.
En ese marco referencial, las “burguesas” presentaron un plan para que todas las mujeres se unieran al respecto, comenzando por la creación de un centro femenino interclasista. Las proletarias, se retiraron del Congreso, porque esgrimían el argumento irresistible de que no podían unirse a ellas, pues eran nada menos que las mujeres de sus opresores, y por lo tanto, tan opresoras como ellos.
Las feministas proletarias en Rusia y muchos países de Europa, se encontraban en una posición complicada, pues por un lado eran conscientes de que era necesario acabar con la súper explotación laboral, que llevaba a una doble jornada (trabajo y casa) etc, pero percibían que importantes dirigentes del Partido, consideraban la “cuestión femenina” como algo que tenía su importancia (sobre todo filosófica), pero no la consideraban prioritaria.
Esos dirigentes pensaban realmente, o quizás sólo fingían que pensaban, aliviando su conciencia revolucionaria, .manifestando que una vez ocurrida la socialización de los medios de producción, la igualdad entre los sexos, sería resuelta en una forma casi automática.
Los fundamentos del socialismo femenino en Europa, fueron colocados por Clara Zetkin (.1857-1953.), marxista alemana muy reconocida, quien fundó la primer revista femenina revolucionaria titulada “Igualdad” y luego organizó la Primera Conferencia Internacional de la Mujer en 1907, de la cual surgió la celebración del Día de la Mujer, marcado para el 8 de marzo..
Ya la mencionada anteriormente: Aleksandra Kolontai, llegó a estar en el gobierno revolucionario de Lenin (1917), ocupando cargos muy importantes, incluyendo el Comité Central del Partido, pero fue siendo segregada con el paso del tiempo, en la medida en que ella comenzó a dar la voz de alarma, sobre el rumbo que estaba tomando la “cuestión femenina” en el nuevo gobierno soviético.
El hecho es que si bien la igualdad entre los sexos, fue establecida por decreto, acabó no siendo aplicada en la práctica, en sus aspectos esenciales. O sea, la ideología patriarcal, independiente del color político, continuó sobreviviendo. ,
Bibliografía
1. BONILLA J.A. La Revolución que falta: la Revolución Integral de las Conciencias. Nordan, Montevideo: 2007, 265 p.
2. BONILLA J.A. Educación Holística: Una nueva forma de comprender el mundo. (En prensa, Editora Chiado Books, 460 p)..
OBSERVACIÓN: EL LIBRO COMPLETO TIENE 261 PÁGINAS. YA ESTÁ PRONTO. ESTAMOS PROCURANDO EDITORAS Y ENTIDADES INTERESADAS EN SU PUBLICACIÓN