Responsabilidad Política | CONTRAREPLICA
Parece propio de la idiosincrasia latina y mexicana echar la culpa a alguien de las propias irresponsabilidades.
Unos culpan a los medios: los preferidos en la lista de culpables, otros a los políticos, otros a los empresarios, otros a nuestra maravillosa mezcla de sangre hispana e indígena. Pero, ¿por qué no nos preocupamos de ser responsables y no de hacer responsables a los demás?
La responsabilidad política de construir un país desalentado y quebrantado como México es de todos y tiene situaciones específicas que habría que atender de forma inmediata.
Nos mantuvimos en el barco de las reformas del sexenio pasado y en el dolce far niente de un sexenio que pasará a la historia como uno de los más corruptos y grises de la historia moderna del país. Pero de ello, de alguna manera, somos corresponsables todos.
Tenemos ante la vista las decisiones arriesgadas y a primera vista improcedentes del nuevo gobierno y más concretamente de AMLO. Pero, ¿quién forma parte del poder del equilibrio? No hay contrapesos. Los partidos políticos desparecidos, la Iglesia callada, ¿los empresarios?, ¿la sociedad civil? Los medios luchando entre la sobrevivencia y la información. El ejército parece que está con la autoridad como suele suceder, pero desde luego no se percibe como contrapeso.
Una democracia sin contrapesos y equilibrios deriva claramente en oligarquía si no es que en dictadura. Nos hemos dejado sorprender por un poder fuerte con 30 millones de votos, pero hemos dejado de fortalecer el resto del pastel.
México carece de organizaciones sindicales y civiles que puedan ser un contrapeso. Somos un país muy presidencialista, pero en los sexenios anteriores había oposición y contraposición. En este momento no hay nada más que acciones presidenciales de corto plazo y una sociedad atónita y sin corresponsabilidad.
Ahora sí, como diría el Buki: "¿A dónde vamos a parar?", con esta horrible actitud.
Fuente:
Lounge Agent bei Japan Airlines bei Securitas Deutschland
6 añosCon la esperanza de que la educación y formacion sea la alternativa a futuro. Ver México desde Europa tras haber salido hace 33 años me da está única esperanza.