Retención Laboral
¿Qué te sostiene en las empresas?.
Tengo un amigo muy locuaz, que además ha transitado por disímiles empresas. En este mundo de cuestionamiento, preguntas y textos sobre la retención laboral , me decidí preguntarle un buen día y le dije: - Hermano, tú que tienes tanta experiencia en diferentes entidades, ¿Pudieras decirme qué te ha retenido o ha hecho cambiar de empresa?
Se sonrió y me dijo escribe:
Primero los retos: Donde no he estado retado me entra un aburrimiento y empiezo a navegar e incursionar en otros mundos, dentro o fuera de la entidad y donde los he encontrado para allá voy.
Segundo el reconocimiento: Pero no el reconocimiento de asamblea, de diplomas, ni incluso de dinero; es el simple reconocimiento que te haga ver que lo que has hecho o como lo has hecho, vale; es el aquello que con una simple palabra a los demás le dicen: Pedro trabajó bien y después te enteras que el jefe te ha reconocido el trabajo.
Tercero: Siempre que he estado en el umbral de adquirir una nueva capacidad me he aguantado, por dos cosas, aprender es lo único que se llevará uno de la vida, y lo otro, por saber qué voy a hacer en la entidad con lo aprendido, con esto digo, me ha retenido el aprender para hacer, el aprender contra algo que tengo después que aplicar en la entidad.
Cuarto: Cuando me empoderan me retienen, sí, si mi jefe me tiene en cuenta en la toma decisiones, me implica, me escucha, me involucra, eso me ha hecho sentir que sus victorias y triunfos son míos también y nunca he mirado si tiene más o menos ganancias, sólo el saber que influí en el resultado me crea un compromiso empresarial que no me deja soltar.
Quinto: El ambiente del jefe no solo conmigo sino con los demás, si es un ambiente de dirección por miedo, de bullying, obviamente a la corta o la larga digo - aquí te dejo esto gallego, no tengo nada que ver con esos ambientes de culpables, de nombres. No, soy más bien de ambiente de causas y soluciones, me han puesto sanciones sobre el buro y las he firmado y seguido luchando en la empresa, en otros casos nada más que de mirarme atravesado lo he mandado todo al demonio.
Sexto: Los dobles raseros; he perdido empresas porque exprimen más o unos que a otros y no lo asumen, ni lo reconocen, y si lo primero es malo, lo segundo me explota, si otro sin hacer está en el mismo nivel de reconocimiento que yo, o no me reconocen la diferencia, oyee, eso me saca de quicio y a la larga me motiva a irme.
Séptimo: El ambiente legal, si veo una empresa con malos procederes legales, con desentendimiento de cosas sociales como el ambiente, la seguridad, con tendencias al robo, soborno, me entra un cosquilleo y de verdad un miedo moral que cambio de labor.
Octavo: El ahogo laboral desde el punto de vista de un horario, de una conducta militar, eso me agobia, no tengo horas para trabajar, incluso durante necesidades domésticas he estado laborando o pensando e soluciones para el trabajo, Cómo nadie me va a cuestionar una visita a la escuela de mi hijo, o el no pase por el reloj , de mi tarjeta que muchas veces olvido y cuando salgo ya recogieron el reloj,
Noveno: La amistad, si estoy trabajando por un compromiso de amigo, por un amigo, ahí estaré hasta que cierre con la llave, nunca dejo a un amigo en medio de un mar de problemas o de tareas comenzadas.
Décimo: Me he ido por amor, por no dañar a nadie en los sentimientos.
Al culminar tan rápidas palabras que se notaba que le habían salido sin subterfugios, le di las gracias por tan noble clase de retención laboral.