Retos y desafíos del talento en el sector farmacéutico

Retos y desafíos del talento en el sector farmacéutico

La industria farmacéutica en España se ha posicionado como un sector estratégico de vital importancia para la economía, gracias a su sólido tejido productivo y empresarial, la generación de empleo de calidad, su liderazgo en investigación y desarrollo, la exportación de tecnología puntera, y su contribución a la salud y bienestar de la sociedad. Desde 2017, se trata de un sector que ha experimentado un crecimiento ininterrumpido y ha demostrado una resiliencia excepcional, consolidándose como un pilar clave para el bienestar de la sociedad y la prosperidad económica.

Uno de los principales motores de este crecimiento ha sido, sin duda, la innovación. La industria farmacéutica española lidera la investigación y desarrollo de nuevos medicamentos y vacunas, lo que no solo beneficia la salud pública, sino que también genera empleo de calidad e impulsa la creación de nuevos puestos de trabajo altamente especializados. En este sentido, la inversión en I+D y la producción de alta tecnología han impulsado su crecimiento, situándolo como líder en productividad y exportación, lo que dibuja un panorama de oportunidades laborales, nuevas tendencias y necesidades que, a su vez, impulsan a las compañías a abordar retos transformacionales y a incorporar la cultura de la innovación como palancas de atracción y desarrollo para el talento diferencial.  

Sin embargo, este éxito no es ajeno a los retos globales. La complejidad de un mercado tensionado por la cadena de suministro y el desabastecimiento, la rápida integración de las nuevas tecnologías, los desafíos regulatorios que presenta nuestro país y la elevada competencia internacional, entre otros factores obliga a la industria farmacéutica a adaptarse rápidamente a esta nueva realidad. Por ejemplo, la digitalización de procesos en las cadenas logísticas y de distribución, que se han convertido en una prioridad, demanda la incorporación de nuevos perfiles profesionales con habilidades en datos, en sistemas, aplicaciones y productos de procesamiento de datos (SAP), desarrollo de software y machine learning.

I+D y tecnología, claves en el talento del futuro

Además de la tecnología, la investigación es otro campo crucial para el crecimiento del sector. España ha fortalecido su ecosistema de innovación, y el liderazgo en ensayos clínicos de medicamentos es un claro ejemplo de ello y, actualmente, se ha convertido en el país preferido por las farmacéuticas para desarrollar nuevos fármacos y se ha posicionado entre los países europeos con mejores condiciones para el desarrollo de ensayos clínicos, solo superado por Estados Unidos. Esto se ha logrado gracias al nivel científico de los profesionales sanitarios, la excelencia de los hospitales, el apoyo de la Administración y la fuerte implicación de la industria farmacéutica.

No obstante, para mantener este liderazgo, es fundamental atraer más inversiones en I+D y retener el talento local. En este sentido, se necesita un marco legal más estable que brinde seguridad y confianza a los inversores. La creación de nuevos medicamentos y la inversión en investigación no solo generan beneficios económicos, sino que también contribuyen a tener profesionales más formados y competitivos, lo que se traduce en un mayor desarrollo para la economía del país.

La atracción de talento joven y especializado en nuevas tecnologías es un desafío para la industria farmacéutica, y aquí es donde la modalidad de trabajo en remoto puede jugar un papel importante. Adaptarse a las nuevas generaciones y ofrecer opciones de trabajo flexibles es esencial para atraer a los perfiles tecnológicos tan demandados en la actualidad.

La fuga de talento en el ámbito tecnológico no es exclusiva de la industria farmacéutica, y el Gobierno ha tomado medidas para revertir esta situación. El Plan de atracción y retención de talento científico e innovador, impulsado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, busca atraer a los científicos que se han ido, retener a los que están y atraer a los mejores, con el objetivo de impulsar el desarrollo del país.

En relación con el empleo en el sector farmacéutico, los datos según Farmaindustria son alentadores. En 2022, el número de empleados alcanzó los 45.000 puestos de trabajo directos, y la industria sigue contratando a un ritmo constante. Se destaca el aumento en la contratación de jóvenes menores de 30 años, lo que refleja el interés de esta generación por desarrollar su carrera en una industria en constante evolución.

En conclusión, la industria farmacéutica española se mantiene en constante crecimiento, consolidándose como un pilar clave para la economía y el bienestar de la sociedad. Sin embargo, para seguir en esta senda de éxito será necesario abordar los desafíos que presenta, como la digitalización, la atracción de talento y la inversión en I+D. Con el compromiso de los profesionales, la colaboración público-privada y la adaptación a las nuevas tendencias, la industria farmacéutica española continuará siendo un referente mundial y un motor de desarrollo para nuestro país.


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