RETOS Y NECESIDADES DE LAS CIUDADES PARA SER SMART CITIES
La transformación digital y las nuevas tecnologías aplicadas a la ciudad lo están cambiando todo, tanto a nivel operativo como de gestión empresarial e institucional. En el contexto del desarrollo urbano de las ciudades y municipios, se están impulsando políticas públicas y de financiación bajo un enfoque de crecimiento de triple objetivo: inteligente, sostenible e integrador. Esta nueva configuración de desarrollo socioeconómico está obligando a concebir nuevos modelos de gestión en la gobernanza de proyectos públicos mediante lo que se ha venido denominando el “modelo Smart City”, que no solo es introducir tecnología en la ciudad, sino más bien un cambio de paradigma en las estrategias y modelos de gestión de sus servicios públicos y proyectos, principalmente en sus dimensiones smart environment y smart mobility que son las que mas recursos consumen.
El reto anterior al que se enfrentan las Entidades Locales en su carrera inicial por ser “smart city” ante la disponibilidad tecnológica ya existente y la presión cada vez mayor de los propios ciudadanos por la rendición de cuentas y la sostenibilidad urbana, pasa por el impulso y despliegue de una gestión más transparente, inteligente y estratégica de los Proyectos de Smart City que se pretendan llevar a cabo, introduciendo en la cadena de valor de su gestión elementos y recursos capaces de alinear y verificar con éxito visible y constatable las iniciativas estratégicas con los resultados finales de su materialización, principalmente en sus áreas de mayor gasto público: Servicios Urbanos y Movilidad.
Además en el contexto de la gestión del medio urbano concurren las siguientes realidades municipales ya existentes y algunas aún latentes:
Por tanto, más allá de la planificación estratégica y urbanística de una ciudad, las Administraciones Públicas que la gobiernan y resto de entes locales que construyen el cososistema de gorbernanza pública se enfrentan a dos retos principalmente: mantenerse ágiles y flexibles en la adaptación al cambiante entorno tecnológico y estar alineadas con los ciudadanos para construir una ciudad más sostenible e inteligente, habida cuenta su rápida adopción por éstos de las nuevas tecnologías, lo que les va a obligar a aquéllas a una verdadera digitalización y transformación, que mejore su eficacia y eficiencia, y no solo a la prestación de servicios administrativos de forma electrónica, sino en la satisfacción en el consumo de servicios y equipamientos públicos urbanos.
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Para impulsar la transformación de las ciudades y sus servicios urbanos y hacer sostenible la calidad de los servicios públicos se precisa de la tecnología digital que constituye parte esencial de la solución a estos retos, y de liderazgos públicos con verdaderos proyectos de ciudad para crear ciudades más inteligentes y orientadas a los ciudadanos. El reto clave es conseguir ciudades sostenibles e inclusivas, con una gestión inteligente de servicios públicos, que comienza con una gestión inteligente de los programas y proyectos necesarios.
En definitiva, los planes y proyectos de Smart City son estratégicos para una ciudad y mejorar la calidad de vida de sus habitantes, eliminando las barreras que hacen la ciudad menos habitable y amigable. Esto da lugar a los siguientes retos para ayuntamientos y empresas públicas o privadas de gestión de servicios urbanos, sobre todo, tal y como quedará justificado en este plan, en los pequeños y medianos municipios:
Todo esos retos y necesidades futuras que ya son una realidad en muchos casos, deberán conseguirse y satisfacerse poniendo el foco en la búsqueda de modelos de gestión de proyectos innovadores que permitan un retorno social, para lo cual se precisa de gestores públicos que entiendan la ciudad y su metabolismo urbano, así como una gobernanza pública local para poder dar una mejor visión y foco a las oportunidades, retos y problemas, frente a los cuales plantear, concebir y desarrollar estrategias y proyectos de Smart City personalizados y alineados a las estrategias y políticas públicas de ciudad inteligente, entendiendose que la tecnología es solo un medio para hacer verdaderamente sostenibles las ciudades más allá de las planificaciones que vengan de la mano del urbanismo y de los proyectos estructurales y estratégicos de hacer ciudad.