𝐏𝐢𝐞𝐥 𝐜𝐨𝐧 𝐩𝐢𝐞𝐥
Cuando una nueva vida viene al mundo, ese primer abrazo, ese cálido momento, tan humano, es fundamental para el bienestar no sólo físico sino psicológico. La oxitocina, esa hormona del amor, responsable de tantas alegrías, es segregada en momentos de cercanía, nos reconforta y hace sentir queridos. Ay, como la echamos en falta ahora.
Somos seres sociales, y sentirnos es parte de nuestra forma de relacionarnos. Probablemente en sociedades como la nuestra, en la que somos tan de tocar, estemos notando, más aún si cabe, las consecuencias de esta falta de contacto humano.
Lo leía en esta noticia de La Vanguardia:
"La falta de contacto físico afecta al organismo y acrecienta el malestar psicológico derivado de la pandemia."
¿No os pasa que, al ver a alguien a quien hace tanto que no ves, o al recibir una buena noticia no sabes cómo reaccionar? Antes, en seguida nos habríamos dado un abrazo, un beso,...ahora hacemos aspavientos con los brazos al aire, chocamos los codos,...y el cerebro se siente confuso.
Lo dice la neurociencia, esta falta de abrazos nos está pasando factura a nivel psicológico. Si a eso le sumamos la soledad, en muchos casos, la enfermedad, la muerte de seres queridos, la incertidumbre económica, el rechazo de contacto físico debido al miedo, a las medidas de protección.
Nuestra forma de relacionarnos ha cambiado, y adaptarse cuesta más en unos aspectos que otros.
Y como no podemos sentirnos físicamente, os escribo estas líneas para deciros que no estáis solos, para daros un abrazo virtual. Porque nos quedan las palabras. Quiero que sintáis esa cercanía.
Todo pasará y, quién sabe, algún día tú y yo nos podamos abrazar de verdad y podamos paliar este hambre de piel.
Rita Monreal
Tiene nombre, se llama hambre de tacto. Muy buena lectura :)
Executive MBA / Dirección comercial y Liderazgo / Agua y Medio Ambiente
4 añosCon muchas ganas dé abrazaros a todos en nuestras quedadas dominicales! Bonita y necesaria reflexión Rita.