ROBOTS DE CARNE Y HUESO: ¿HAS PENSADO EN LAS PERSONAS QUE TRABAJAN CONTIGO Y HACEN LAS MISMAS ACTIVIDADES DÍA TRAS DÍA?

Estudiar por más de 20 años, quemarnos las pestañas hasta altas horas de la madrugada, devorar libros enteros a media noche… es algo que vivimos la mayoría de las personas; todo ese sacrificio lo hacemos con un objetivo en mente: “una vez terminemos la carrera, seguramente entraremos a trabajar a una empresa muy importante o haremos nuestra propia empresa, en donde resolveremos problemas increíbles, ¡al fin sacaremos provecho de todas esas horas de esfuerzo!”… sin embargo, la cruel realidad es que en muchas de esas ocasiones, es muy distinto, terminamos enclaustrados en una oficina con millones de actividades que no retan nuestro potencial, son actividades tan monótonas que hacen que nos cuestionemos -si valió la pena tanto esfuerzo-, que día tras día son las mismas y sólo nos ahogan, que matan nuestra creatividad e ingenio, nos volvemos unos “robots de carne y hueso”.

Eso que te acabo de contar, fue lo que pasó por mi mente después de conocer a uno de nuestros clientes hace un par de meses al visitar sus oficinas de la CDMX, ellos tienen un negocio muy bonito, y que a través de un fondo de inversión ayudan a jóvenes de bajos recursos a pagarse sus estudios, les dan un préstamo a 10, 15 y 20 años, así estos chicos se comprometen a hacer sus pagos semanalmente, los pagos los pueden hacer en tiendas de conveniencia o algunas instituciones bancarias.

 Y a partir de éste momento, la locura tras bambalinas la llevaba nuestro cliente. Hasta hace un par de meses tenía un equipo formada por 3 personas, quienes todos los días trabajaban de forma remota en sus casas de 3:00 – 6:00 am, en éste tiempo lo que hacían era esperar a que cada institución bancaria o tienda de conveniencia liberara los pagos que había recibido durante el día, descargaban la información de los distintos portales o correos que les eran enviados, para después concentrarlos en un solo documento, tras validar minuciosamente los movimiento para hacerlos cuadrar con el balance de cada cliente, lo subían a su sistema central, para que al día siguiente el equipo de atención al clientes pudiera disponer de la información para realizar sus propias actividades. ¿Imaginas la tarea taaan tremendamente aburrida que estos 3 chicos hacían noche tras noche?, -hasta el mismo Ford provocó la locura de sus colaboradores cuando les asignó tareas repetitivas minuto tras minuto-… ¡Gracias tecnología por existir! :D

Lo que hicimos en Solavinte para ayudar a nuestro cliente fue “capacitar” un robot virtual (RPA: Automatización Robótica de Procesos), -y digo “capacitar” porque es realmente lo que hicimos-, este robot virtual, que en realidad es un software con Inteligencia Artificial, funciona de acuerdo a las “Reglas de Negocio” de nuestro cliente, en otras palabras, le enseñamos paso a paso que es lo que tiene que hacer de acuerdo a cada escenario que se le presenta, ¡exactamente lo mismo que hacia nuestro cliente al contratar a una persona para enseñarle a hacer sus nuevas actividades!, la gran diferencia es que una vez que capacitamos al robot, ya no existe la necesidad de volverle a repetir ni una sola instrucción, porque ya lo tiene automatizado, el robot jamás se equivoca, se convirtió en uno de sus colaboradores de ensueño, pues trabaja 24/7, nunca duerme, no come, no va por el cafecito, no se va de vacaciones, no se enferma, no tarda 2 horas en la comida ni revisa sus redes sociales cada 10 minutos… ¿Qué loco verdad?... Pero eso no es todo, este robot es una cajita de monerías porque puede hacer esas actividades mucho más rápido que las 3 personas que te platique, y todo a un costo muy por debajo de lo que anteriormente nuestro cliente pagaba por hacerlo.

Luego viene la curva de aprendizaje, como ya “capacitamos” una vez a su robot, en cada ocasión que la carga de trabajo de nuestro cliente incremente y necesita poner más robots a trabajar en el mismo proceso, ¡ya la tiene ganada! porque este primer robot, en cuestión de segundos capacita  a los nuevos robots, y si el trabajo de repente se vuelve una bomba nuclear, principalmente a fin de mes que es cuando les sucede, ¡todo está bajo control!, porque entonces aparece el “Robot Supervisor” que es quien se encargue de dirigir la orquesta y repartir todas las actividades al resto del equipo. ¿Y la cerecita del pastel?, al final del día, nuestro cliente recibe un reporte de todas las actividades realizadas, que le dice: cuánto tiempo se tardaron los robots en cada una, si hubo excepciones cuales fueron y porque. ¡Mejor imposible!

Te preguntarás, ¿y qué pasó con las 3 personas?, esa es la parte más humana de todo esto, porque ahora esas 3 personas fueron reasignadas a distintas áreas dentro de la empresa, haciendo actividades mucho más productivas, que le están aportando un gran valor a la organización, donde gracias a todo su talento puesto en acción y a que las actividades repetitivas y monótonas ahora son ejecutadas por un equipo de robots, nuestro cliente se está abriendo camino en el mercado a pasos agigantados.

Es por historias como ésta, que en Solavinte estamos convencidos que la tecnología no vino a reemplazar a los humanos, la tecnología vino a hacernos las cosas más fáciles, a quitarnos las tareas aburridas y a regalarnos ese tiempo para seguir potenciando nuestra creatividad e ingenio, la tecnología se hizo para ser empleada por los humanos para ser mejores cada día y alcanzar cimas que antes no hubiésemos imaginado.

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Cuídate mucho y recuerda que si algún problema en tu negocio te está quitando el sueño, puedes ponerte en contacto conmigo y juntos buscaremos la mejor solución ;)

Lu Reyes Asesor Comercial | Cuentas Corporativas 04455 4499 8023 lreyes@solavinte.com