Romances de Oficina

¿Quién de nosotros no ha escuchado los casos de Romances de Oficina? Incluso, quizás muchos han sido protagonistas de ellos y han vivido en la propia piel todas los consecuencias que rodean Amar a una persona que trabaja en la misma oficina. 

La vida humana siempre nos presenta variables de comportamientos a diario que desde mi temprana juventud me han parecido apasionantes.  Es por esta razón que estudie Recursos Humanos. Cada vida: un libro en plena elaboración. Cada grupo humano: una aleación de manifestaciones observables y mejor aún, las no observables. Sobre estas últimas, las conjeturas e inferencias de quienes nos corresponde dirigir el esfuerzo humano en la oficina o cualquier otro espacio de trabajo, forma parte de lograr entender los más profundos intereses, carencias, anhelos, valores de la gente y como estos influyen en el desempeño final de un equipo de trabajo. Muchos son los fenómenos conductuales que observa un Gerente en su equipo y otras tantas son las estrategias que debe aplicar con cada persona para que ellos manifiesten lo mejor de sí, en el trabajo e incluso en su propia vida personal. Uno de estos fenómenos son las relaciones amorosas dentro de la oficina.

37% de los empleados han tenido citas con compañeros de trabajo. 33% de estos romances han terminado en matrimonio

Recientemente la empresa Careerbuilder.com realizó una encuesta a 3.252 empleados en U.S.A, trabajadores a tiempo completo, de diferentes sectores industriales, que laboran en compañías de diferentes tamaños. Los resultados no sorprendieron pero me hacen pensar que en muchas oficinas puede haber al menos lo que se denomina un “amor platónico” en curso. Veamos algunos números: 37% de los empleados han tenido citas con compañeros de trabajo. 33% de estos romances han terminado en matrimonio.  Este último porcentaje han mantenido sus relaciones en secreto. Pero como bien lo dice la encuesta, quizás este romance no sea tan secreto pues el 65% de estos empleados dice saber con certeza de alguna relación amorosa en la oficina.  17% de los romances de oficina involucra al menos a una persona casada. 5% de las personas que han sostenido romances en la oficina han dicho que su relación de trabajo se ha afectado de tal manera que han tenido que renunciar.

Son muchas las interpretaciones que saltan a mi mente (y estoy seguro que a la suya) al leer estos números. Imagínese que esta encuesta hubiese sido en Latinoamérica? Es fácil pensar que el porcentaje hubiese sido mayor a 37%. Qué piensa usted al respecto? Pero centrando nuestra atención en nuestras realidades y experiencias, deseo destacar algunas reflexiones pertinentes:

Para los Gerentes y/o aquellos que tienen responsabilidad de dirigir personal:

Definitivamente Sí. Este es un asunto que tarde o temprano tendrás que gestionar en tu equipo de trabajo. Aunque en un principio parezca que una relación amorosa en el trabajo no afecta, sin duda el tiempo le indicará lo contrario. Pérdida de credibilidad de los involucrados, posible pérdida de enfoque en el trabajo de algunos miembros de la oficina pendientes de dicha situación, algún comentario en plena reunión, algún sarcasmo ó ironía de quien no aprueba dicha relación, dependiendo de los involucrados posible conflicto de intereses y quizás otras más que no me vienen a la memoria. Mi sugerencia para los líderes que deben gestionar estas situaciones estriba en lo siguiente:

1.- Cuando es el momento de hablar?: Cuando la relación afecta la relación de trabajo, sin suposiciones y con consecuencias concretas en la realidad y dinámica de trabajo. Y aquí no hay más explicación posible pues este tema pertenece al ámbito personal de los involucrados y esa característica ya lo hace un punto delicado para abordar. 

2.- Aborde el asunto en términos de respeto y honestidad: Me ha funcionado abordar estas situaciones en términos de respeto, hablar con honestidad de las posibles consecuencias claras y directas para la carrera de ambos y aunque nunca me correspondió llegar al nivel de despedir a nadie que tuviese un romance en la oficina, algunas veces llegó ese momento de esta conversación como efecto natural.

3.- Código de Conducta: Pienso que es casi inevitable en muchas oficinas y algunos tipos de empleo con jornadas de al menos 10 horas diarias evitar el acercamiento emocional y posiblemente el surgimiento de un romance. Claro esto depende de varios factores emocionales de los involucrados en este tipo de situaciones que no describiré aquí. Pero es justo que antes de contratar a cada persona, conozca las conductas, competencias y/o valores que definen a la organización como parte de la dinámica cultural de la misma. No se podrá decir luego que no se sabía o no se conocía que aquel tipo de conductas no eran aceptadas o bien vistas en la organización.

Para los que están tentados, para los que se sienten atraídos (as) por el (la) compañero (a) de trabajo, para los que ya tienen una relación secreta en la oficina o lugar de trabajo:

Si, definitivamente toda decisión que tomamos en la vida, no importa cuán jóvenes o adultos seamos, tendrá sus consecuencias. Aunque no sean en este momento visibles y claras para ti. Si estas tentado (a) y/o atraído (a) por ese compañero (a) de trabajo mi recomendación siempre es que en cada paso estés consciente de las consecuencias que esa decisión tendrá en tu vida y tu carrera. Yo no sugiero tener un romance en la oficina. Sin embargo, he conocido al menos un matrimonio, en mi experiencia laboral, que con madurez suprema se manejaron ambos en el trabajo con el mayor profesionalismo posible, no visto nuevamente en mi carrera. Sin embargo, siempre el conflicto de intereses directo o indirecto y el desarrollo de carrera de ambos en aquella organización se detuvieron, pues los impactó de algún modo. He observado también relaciones que inician y conscientes ambos de las consecuencias, sin necesidad de intervenir, uno de los dos al poco tiempo renuncia. Y continúan sus vidas con el normal desarrollo de sus relaciones. Mi sugerencia en estos casos:

1.- Siempre estar conscientes y asumir responsablemente tus decisiones: Ya he mencionado algunas consecuencias de estas circunstancias. Repito, no recomiendo este tipo de relaciones en la oficina. Pero creo que también la vida se abre paso de mil maneras posibles. En algún momento tendrás que decidir, si no quieres ver afectada tu credibilidad y desempeño profesional. En algún momento tendrás que hablar con tu Jefe al respecto, al ver que te afecta de algún modo y que la relación continua mostrándose en diferentes círculos sociales.

2.- Crees realmente que puedes manejarlo en secreto?: Mi experiencia en tantos ambientes de trabajo diferentes, es que por más que te esfuerces en “cumplir las reglas” mientras los dos estén trabajando para la misma compañía, no podrás evitarlo, todos se enterarán de algún modo. Y si eres activo usurario de Facebook, Twiter, Instagram, Google Plus, Vimeo, You tube, Telegram, WhatsApp y cualquier otra red que se le parezca, el riesgo será mucho mayor. Además los estudios indican que no podrás ocultarlo por mucho tiempo.  Tu jefe lo sabrá inevitablemente, tarde o temprano. Así que prepárate para las respuestas cuando por alguna razón la relación afecte tu trabajo y seas objeto de preguntas.

3.- Cuidado con denuncias de acoso: Hemos abordado hasta el momento las relaciones amorosas en la oficina,  consentidas y aceptadas por dos adultos. Pero si eres de los que andan por la vida asumiendo el papel del Galán y estrella de la fiesta o eres la hermosa dama con roles de mujer seductora o por el contrario andas en la modalidad del “cazador (ra)” de tu próxima relación y vives con cierta ligereza las relaciones hasta el punto de herir personas, Cuidado. En el ámbito de la oficina eso no será bien visto, estas sujeto a escándalos de algún tipo, la imagen de respeto y credibilidad, una vez más se verá afectada y en los tiempos actuales las denuncias por cualquier rasgo conductual, sistemático, de abordar con ciertas pretensiones a una persona, conlleva sus riesgos y seamos claros: La oficina o el lugar del trabajo no es el sitio idóneo para asumir poses de cortejo, flirteo y/o acercamientos fuera de lo laboral con colegas de trabajo.   

La historia nos ha dado diversas lecciones sobre este tema. Desde los casos de Presidentes a personajes públicos involucrados en “Romances de Oficina”, nos han mostrado las muchas aristas en las que puede derivar este tipo de situaciones. Aunque ya sabemos que el Amor nos encuentra o nosotros lo encontramos, la mejor opción en estos casos siempre será la madurez y la sensatez en cada decisión tomada y conducirnos con responsabilidad en nuestra vida personal y profesional. 

Articulo original del Blog: www.leojosealvarez.wordpress.com