Sé como un gato.
Vacaciones pero no vacaciones. Un tiempo para reiniciarme, pero sigo aquí. Pasando mi luto porque mi hermosa nena ha dejado este plano terrenal, y una mascota claro que tiene tanto qué enseñar. Responsabilidad, empatía, amor a cada cosa y momento. Eso me ha enseñado Maggy, mi pequeña gata que perdió la batalla pero no mi amor y cariño. A ella, con todo el amor, van estas líneas. Y es que, la inspiración también está en quienes nos rodean. Para escribir se necesita un corazón sintiente, uno que haga click en el otro. Y qué mejor que un pequeño ser cuadrúpedo peludo y bigotón.
Sí, no es Facebook, pero, ¿se han puesto a pensar siquiera, queridos reclutadores, CEOs y demás gente que viene a esta red a buscar "talento", se han puesto a pensar qué calidad humana, no de skills ni esas cosas, humana, quieren para sus empresas? Y eso tiene que ver con el respeto a la vida, a los demás seres. No, yo creo que sus cabecitas ni idea tienen de ello.
Sólo les hago una recomendación: sean tan empáticos como una mascota. Vean con los ojos no sólo de sus intereses, sino del alma. Vean, no juzguen, vean con ese sentido que con tanta tecnología han dejado de lado y tienen que ir a tomar coaching para que "encuentren" algo que ya tienen y son incapaces de ver.
Sientan, sean felices, vivan día a día. ¿Quieren motivación? Adopten una mascota, obsérvenla, entiéndela. Si fuéramos menos alienados, lo entenderíamos.
Hoy, sólo les puedo decir que ésta es una pausa sin pausa, porque tengo cosas que hacer, pero me estoy dando también el respiro que es ser un poco más consciente y más humilde, algo que ayudaría mucho a que la gente hiciera lo que los hace felices sin mendigar un trabajo, simple y sencillamente, vivir y hacerlo bien.
Maggy hermosa. Gracias por todo y por tanto.
Maggy. agosto 2009-19 de noviembre de 2018.