Un café con miedo, por favor.

Hace unos días, impartiendo una formación sobre técnicas de hablar en público, comentaba que sentir miedo es algo tan natural como necesario. Y eso puede aplicarse a todos los aspectos de nuestra vida. Te cuento:

El miedo es una de las emociones primarias de cualquier mamífero. Nos sirvió para adaptarnos a un ambiente salvaje y, en muchas ocasiones, hostil. Es una emoción que cumple un papel fundamental: la supervivencia.

Sentir miedo nos trae grandes consecuencias al organismo: es una emoción desagradable, nos hace sentir indefens@s y todo ello hace que reaccionemos retirándonos, huyendo o hasta atacando. Pero está presente en todas las culturas de nuestro planeta.

Hay que inferir que cumple una función relevante en nuestra vida si sigue presente tras siglos y siglos de evolución. Y ese miedo también ha evolucionado: ya no le tememos al león, tememos al fracaso, tememos por nuestro futuro, por nuestra imagen pública, por nuestra autoestima, por la salud de nuestros seres queridos...

Con todo esto, llegamos a la conclusión de que el miedo nos viene integrado y que es útil. Aceptémoslo. ¿Aplicar para una posición fuera de nuestra ciudad o país? ¿Darte un descanso en el trabajo y volver a estudiar? ¿Imaginar una vida totalmente diferente a la que estás viviendo? Sí, lo que sea que te haga feliz. Y con doble de MIEDO, por favor 🚀