¡No sólo coma bien, también hágalo despacio!
En muchas oportunidades les he mencionado la importancia de alimentarnos balanceadamente y en las cantidades apropiadas, para tener un peso adecuado y con ello, poder prolongar nuestro buen estado de salud en el tiempo; pero hoy les voy a hablar de algo también esencial, y es sobre el cómo hacerlo lentamente nos puede regalar calidad de vida, es decir, salud.
Pocos sabemos o estamos conscientes del por qué es conveniente comer despacio; y lo primero que debemos considerar es que masticar relajados redunda en una buena digestión y por ende, en un organismo más saludable. Equivocadamente, muchos creemos que la digestión comienza cuando los alimentos están en el estómago y realmente se inicia cuando estos entran nuestra boca, pues al mezclarse con la saliva, comienzan a actuar unas pequeñas moléculas llamadas enzimas salivales que son responsables del inicio de la digestión química, lo que permite que la comida llegue al estómago con la consistencia adecuada, para seguir siendo degradada efectivamente.
Si comemos despacio saborearemos mejor los alimentos y el disfrutar plenamente lo que llevamos a nuestra boca, hace que nos sintamos satisfechos mentalmente. Muchos experimentamos ansiedad permanente, porque comemos sin pensar o disfrutarlo, por estar siempre de prisa e incluso, muchos no queremos ni perder tiempo en masticar.
Amigos, sentirnos saciados nos llevará, según estudios realizados por especialistas, 20 minutos desde que comenzamos a masticar. Únicamente, transcurrido ese tiempo el cerebro registra estar satisfecho. Por ello, si comemos aceleradamente (yo siempre lo hago), consumiremos mucha comida antes de que esa señal aparezca, razón por la cual nos hace más propensos a aumentar de peso y además al no estar del todo saciados mentalmente, al poco tiempo sentiremos nuevamente la necesidad de comer.
Algo interesante en lo cual reflexionar es que si comemos lentamente ese “momento sagrado”, también nos servirá para relajarnos; y un cuerpo reposado o tranquilo recibirá o aprovechará mejor los alimentos y mejorará nuestro estado de ánimo indudablemente.
¿Cómo lograr comer despacio?
Nunca coman de pie, siéntense en una mesa, relájense y háganse el propósito de disfrutar la comida, poniendo totalmente sus pensamientos en ella. Les recomiendo centrarse en percibir los sabores de cada ingrediente del plato, busca adivinar , por ejemplo, qué especias usaron en la elaboración. Todo esto retardará nuestra ingesta.
Traten de comer acompañados con la familia, amigos o compañeros de trabajo, ya que al compartir nos toma más tiempo comer, socializamos y disfrutamos del momento. Igualmente busquen no comer viendo televisión, con la computadora al lado o hablando por teléfono, es decir, distraídos pues seguramente comerán de más por no estar conscientes.
Dejen los cubiertos sobre el plato una vez comiencen a masticar su bocado, al tragar vuelvan a tomar los cubiertos. Este truco les permitirá comer más despacio. Además siempre coman con cubiertos porque esto les permitirá comer más lento, ya que cuando comemos con las manos, lo hacemos más rápido; pero si es un sándwich o una arepa, hagan como yo, den mordisco, mu chiquitos.
La buena noticia mis amigos, es que estamos a tiempo de cambiar nuestro hábitos, hagamos un esfuerzo y practiquemos el comer despacio, definitivamente nuestro cuerpo lo agradecerá.