Sabiduría convencional = Decisiones que crean el caos.

Sabiduría convencional = Decisiones que crean el caos.

La búsqueda de la mejora pone en marcha un complicado proceso de observación y análisis que finalmente nos lleva a una interpretación de la situación y, con base en esa realidad percibida, tomamos las decisiones que consideramos más adecuadas. Llevamos a cabo todo esto bajo varios tipos de influjos, pero son dos los que más dominan nuestros pensamientos en forma permanente y comúnmente inadvertida -y esto último lo hace particularmente difícil de aceptar-; nos referimos a la ‘Sabiduría convencional’ y a nuestra naturaleza emotiva y reactiva. Su influencia es determinante porque los mensajes que envían a nuestro cerebro están completamente equivocados respecto de lo que es verdaderamente importante para lograr un desempeño sobresaliente en forma constante. Daniel Kahneman (el primer psicólogo que obtiene un premio Nobel en Economía) ha demostrado que hasta las personas más inteligentes y preparadas cometen equivocaciones patológicas y hacen cálculos erróneos una y otra vez en el momento de tomar decisiones. Sus experimentos revelaron que los defectos e inconsistencias de lógica observados en decisiones económicas y financieras, no son la excepción sino la regla en el procesamiento cognitivo. Por ejemplo, tendemos a enfrascarnos en “lo que se ve” de los problemas, más que en sus causas y esto es cotidiano; encontramos equipos de trabajo -o la empresa completa- totalmente enfocados en apagar el fuego porque les resulta muy difícil ver con claridad aquello que lo originó.

Ya hemos comentado antes que, para que una organización tenga éxito, es indispensable que sus colaboradores sean exitosos en sus puestos de trabajo y eso depende al 100% del potencial humano. Ahora, el principal problema es que las empresas no pueden distinguir el verdadero potencial de las personas porque lo que saben al respecto está muy equivocado o, por lo menos, confundido. Esto se debe a que quienes toman decisiones están influenciados por la ’Sabiduría Convencional’, aquel conjunto de ideas, conceptos y paradigmas que no concuerdan con la realidad en absoluto y que son vertidos principalmente por algunos autores, instituciones educativas, organizaciones que se dicen “líderes” en asuntos del talento, jefes, consultores y oradores “magos”. Si bien es cierto que la mayoría de los consejos de esos “gurús” están bien intencionados, encierran también un grave peligro, esto es; dado que sus mensajes son más bien emotivos, son generalmente aceptados y casi nadie los discute porque resuelven nuestra incertidumbre de una manera cómoda y con poco o ningún esfuerzo de nuestra parte, nos gusta escucharlos una y otra vez porque nos cautivan con extrema facilidad. El caos se inicia cuando todos esos conceptos erróneos se convierten en “mi” conducta normativa, en “lo que creo”, aunque nada de ello coincida con la realidad en absoluto.

La ‘Sabiduría Convencional’ y nuestra naturaleza emotiva y reactiva se las arreglan para adueñarse de nuestra mente en contra de la razón y de la evidencia, y es así, bajo el efecto de estas influencias desacertadas, es como cada persona construye “su realidad”, luego entonces, resulta fácil llegar a decisiones erróneas que a su vez generan consecuencias no deseadas. La organización cae una y otra vez en la gestión de lo incorrecto, creando inadvertidamente un ambiente de caos que no invita a los colaboradores a mantenerse en sus lugares de trabajo; los esfuerzos para enfrentar ese clima desordenado usualmente consisten en iniciativas que terminan por no prosperar, luego entonces la mejora no es definitiva, amplia o importante, pero suficiente para crear el peligroso espejismo de “Estamos mejorando, sigamos por este camino”. Todo esto es el caldo de cultivo perfecto para originar problemas y desarrollarlos, desde aquellos de poca importancia hasta grandes desastres.

Aunque la evidencia nos grita que estamos equivocados, mantenemos vigentes la mitología, los dogmas y a veces hasta la creencia en la magia, para utilizar todo eso como vehículo del pensamiento. Pareciera que es mejor estar auto engañados que enfrentar una realidad que no entendemos en verdad.


Carlos García

EN BUSCA ACTIVA COMO REP. DE VENTAS INDUSTRIALES, O PREVENTAS DE INGENIERIA.

5 años

Sabiduría convencional, el sentido común, la intuición, el feeling, el latido, la corazonada, la costumbre, la señal, lo que dicta la tecnología, la suerte, lo que se acomoda, osea , depende de el caso, pero es de lo mas común, sobretodo en el campo de RRHH que no tiene quien lo vigile ni le ponga rienda y de ahí razón de sus excesos, llevan mas de 160 años y es fecha que como en la edad media y la inquisición, siguen torturando los prejuicios y dogmas hasta que natura confiese sin importar los hechos y evidencias que contienen datos que sí se pueden analizar y corroborar, pero , eso sería demasiado difícil, como en la magia, sabemos que hay truco, pero nos da flojera investigar y analizar, es mas fácil y menos cansado irnos por el “sentido común”, que no lo hace correcto o cierto, solo mas común. Te dejo saludos Chuy.

Guadalupe Ortega

MÁS QUE APRENDER INGLÉS, APRENDA A HACER SU TRABAJO EN INGLÉS!

5 años

Recibe saludos, Jesús 

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