SACS, el cable submarino para conectar África con América
Aunque cuantitativamente es el que requiera menor inversión, las tecnologías de la información (ICT por sus siglas en inglés) son una herramienta clave, según el programa PIDE, “para dar forma al futuro” y alcanzar los índices de desarrollo necesarios para el continente.
Es por ello que se constituyó el NEPAD e-Africa Programme con el objetivo de armonizar las políticas e impulsar las infraestructuras imprescindibles para el sector.
El lanzamiento, en diciembre de 2007, del primer satélite panafricano de la Regional African Satellite Communications Organization (RASCOM) permitió el desenvolvimiento primigenio de las tecnologías de la información en el continente, ahora consolidado gracias a la red de cables submarinos.
Estos puentes digitales, como el West Africa Cable System que conecta una docena de países a través de una red de más de 14.000 kilómetros, han sido clave para que año a año se multiplique la cifra de hogares conectados en el continente: solo en 2017 se añadieron 73 millones de nuevos usuarios, un 20% más. No obstante, este avance no ha sido homogéneo:
· En el sur el porcentaje de población conectada a Internet supera el 51%,
· El 12% en las regiones centroafricanas y
· El 27% en África del Este.
La importancia de los cables submarinos.
Muchas personas ignoran la importancia de los cables submarinos, pero lo cierto es que los países están interconectados entre sí a través de las decenas de cables submarinos que descansan en los fondos de mares y océanos.
Gracias a estos cables es posible tener Internet y otros servicios asociados, permitiéndonos la conexión a servidores repartidos por cualquier parte del planeta. En los últimos tiempos se han desplegado algunos cables vitales para el futuro de la sociedad conectada. En 2018 el mapa de todos los cables submarinos que nos conectan a Internet se pueden ver en la siguiente imagen:
Pese a la evolución de la tecnología en los últimos años, Internet sigue apoyándose fuertemente en la conexión cableada. Las tecnologías inalámbricas y las conexiones satélite están muy bien como apoyo, pero están muy lejos de garantizar un rendimiento y fiabilidad como el de los cables submarinos que conectan el planeta. Además, esto se puede ver en que cada vez son más los cables que tenemos instalados en el fondo de los océanos.
En 2018 está previsto que finalice la construcción del South Atlantic Cable System (SACS), la primera conexión directa entre África y América del Sur, impulsada por una compañía 100% africana, Angola Cables. Sus 6.500 kilómetros entre Brasil y Angola reducirán la latencia de Internet en el continente.
Se están transformando el entorno económico y social de buena parte de la región gracias:
1. El desarrollo de las redes locales de fibra óptica,
2. Los servicios por satélite del programa RASCOM
3. La expansión de la tecnología móvil, cuyo número de usuarios se espera que supere los 1.000 millones, con una tasa de penetración del 84% en 2025.
Con las innumerables compañías y herramientas económicas desarrolladas a través de plataformas móviles se estima que los servicios prestados a través de tecnologías móviles generaron más de 3,5 millones de empleos y un negocio en África subsahariana de 110.000 millones de dólares, equivalente al 7,7 del PIB local. Con las mejoras previstas para los próximos años, se estima que puedan alcanzar los 142.000 millones, un 8,6 del PIB, en 2020.
La digitalización
Es la oportunidad más importante que tiene África para impulsar los cambios fundamentales que requiere el siglo XXI. Bien aprovechada, la digitalización puede ser el catalizador para consumar los planes de desarrollo nacional. Las tecnologías de la información son clave para el desarrollo de África y su competitividad económica”, (Unión Africana en su reunión de noviembre de 2017 en Etiopía). Por el momento, la propia UA está poniendo en marcha iniciativas panafricanas de teleeducación y telemedicina.
Fuente: 21 noviembre 2018 Pablo López Orosa
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